Página 66 - Profetas y Reyes (1957)

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Profetas y Reyes
a hacer cuanto estaba en su poder para salvar de la ruina completa al
reino dividido. Y a medida que transcurrían los años, y su propósi-
to concerniente a Israel parecía destinado a quedar completamente
frustrado por los ardides de hombres inspirados por los agentes sa-
tánicos, siguió manifestando sus designios benéficos mediante el
cautiverio y la restauración de la nación escogida.
La división del reino fué tan sólo el comienzo de una historia
admirable, en la cual se revelan la longanimidad y la tierna miseri-
cordia de Dios. Desde el crisol de aflicción por el cual debían pasar
por causa de sus tendencias al mal hereditarias y cultivadas, aquellos
a quienes Dios estaba tratando de purificar para sí como pueblo
propio, celoso para las buenas obras, iban a reconocer finalmente:
“No hay semejante a ti, oh Jehová; grande tú, y grande tu nombre
en fortaleza. ¿Quién no te temerá, oh Rey de las gentes? ... Porque
entre todos los sabios de las gentes, y en todos sus reinos, no hay
semejante a ti... Mas Jehová Dios es la verdad; él es Dios vivo y Rey
eterno.”
Jeremías 10:6, 7, 10
.
Los adoradores de los ídolos iban a aprender al fin la lección de
que los falsos dioses son impotentes para elevar y salvar a los seres
humanos. “Los dioses que no hicieron los cielos ni la tierra, perezcan
de la tierra y de debajo de estos cielos.”
Vers. 11
. Únicamente siendo
fiel al Dios vivo, Creador y Gobernante de todos, es cómo puede el
hombre hallar descanso y paz.
De común acuerdo, Israel y Judá, castigados y penitentes, iban
a renovar al fin su pacto con Jehová de los ejércitos, el Dios de sus
padres; acerca del cual iban a declarar:
“El que hizo la tierra con su potencia,
el que puso en orden el mundo con su saber,
y extendió los cielos con su prudencia;
a su voz se da muchedumbre de aguas en el cielo,
y hace subir las nubes de lo postrero de la tierra;
hace los relámpagos con la lluvia,
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y saca el viento de sus depósitos.
“Todo hombre se embrutece y le falta ciencia;
avergüéncese de su vaciadizo todo fundidor:
porque mentira es su obra de fundición,