Página 197 - Recibir

Basic HTML Version

Orar por el derramamiento del espíritu, 30 de junio
Como tú me enviaste al mundo, así yo los he enviado al mundo. Y por ellos
yo me santifico a mí mismo, para que también ellos sean santificados en la
verdad. Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de
creer en mí por la palabra de ellos.
Juan 17:18-20
.
Querido Padre celestial, ahora vengo a ti tal como soy, pobre, necesitado y
dependiente. Pido que me des a mí y a mi pueblo la gracia del carácter cristiano
perfecto. ¿Tendrás compasión por tu pueblo? Permite que tu luz brille en las
cámaras de la mente, dentro del templo que es cada creyente. Mi Salvador, tú
compraste tu herencia al costo infinito de tu vida, para que como vencedores
podamos entrar al reino de Dios y permanecer allí eternamente. Bendice a los que
decidieron servirte. Pon tu Espíritu en ellos.
Querido Padre, te pido que envíes al Espíritu Santo a fin de que tu salvación
sea manifestada. Tócalos para que sean tiernos de corazón. Enternécelos con tu
Espíritu Santo, y ayúdalos para que puedan ver la obra que debe hacerse en favor
de sus vecinos y otras personas que viven alrededor de ellos. ¡Oh, despiértalos a su
responsabilidad! Haz que sientan el deseo de lavar las vestimentas de su carácter,
a fin de que sean emblanquecidas con la sangre del Cordero. ¿Los rodearás con los
tiernos brazos de tu gracia? Implórales por intermedio del Espíritu Santo para que
hagan brillar la luz que tienen, y así otros también conozcan la verdad. Oh Señor,
pon tu iglesia en orden para que se ponga a trabajar en favor de los perdidos.
Mi Salvador, manifiéstate a tu pueblo. ¡Exprésales tu amor para que lo sientan!
Sostén a tu iglesia a fin de que Satanás no gane terreno. Ayúdalos a luchar contra
toda oposición y, al final, en la ciudad de Dios, puedan poner sus coronas a los pies
de Jesús y así tu nombre reciba toda la gloria. Amén.—
The Review and Herald,
16 de julio de 1908
.
[193]
193