Belleza en la diversidad, 1 de julio
No quiero, hermanos, que ignoréis acerca de los dones espirituales... Ahora
bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo. Y hay
diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo. Y hay diversidad de
operaciones, pero Dios, que hace todas las cosas en todos, es el mismo.
1
Corintios 12:1, 4-6
.
Los talentos que Dios ha confiado a su iglesia representan especialmente los
dones y bendiciones impartidos por el Espíritu Santo. “Porque a éste es dada por el
Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu; a
otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu.
A otro, el hacer milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a
otro, diversos géneros de lenguas; y a otro, interpretación de lenguas. Pero todas
estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular
como él quiere”.
1 Corintios 12:8-11
.
En toda la organización divina, no hay nada más hermoso que el plan de
darles a los hombres y las mujeres diversidad de dones. La iglesia es su jardín
adornado con gran variedad de árboles, plantas y flores. El no espera que el hisopo
adquiera las proporciones de un cedro, ni que un olivo alcance la altura de la
majestuosa palmera. Muchos han recibido sólo una limitada educación religiosa
e intelectual, pero Dios tiene una tarea para que estas personas la realicen, si
trabajan humildemente, confiando en él...
Dones diferentes son impartidos a diferentes personas, para que los obreros
sientan la necesidad unos de otros. Dios los otorga para que sean empleados en su
servicio; no para glorificar a su poseedor, ni para elevar al hombre, sino para exaltar
al Redentor del mundo. Deben ser utilizados para el bien de toda la humanidad,
para representar la verdad, y no con el fin de testificar una falsedad... En cada
palabra y acción se revelará bondad y amor; y cuando cada obrero ocupe fielmente
el lugar que le corresponde, será respondida la oración de Cristo pidiendo la unidad
de sus seguidores, y el mundo conocerá que éstos son sus discípulos.—
The Signs
of the Times, 15 de marzo de 1910
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