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Para establecer la verdad bíblica, 13 de agosto
Para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé
espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él.
Efesios 1:17
.
Las doctrinas se fueron desarrollando en orden, y, a medida que avanzába-
mos en la línea profética revelada en la Palabra de Dios, fuimos llegando a la
verdad que es sagrada y eterna. Quienes paso a paso repasaron la historia de
nuestra experiencia observando la cadena de verdad que hay en las profecías,
fueron preparados para aceptar y obedecer cada rayo de luz. Oraban, ayunaban,
investigaban y cavaban por la verdad como los que buscan tesoros escondidos, y,
como sabemos, el Espíritu Santo nos guiaba y enseñaba.
Se propusieron muchas teorías con apariencia de verdad, pero, al estar mezcla-
das con pasajes mal interpretados y mal aplicados, conducían a errores peligrosos.
Conocemos muy bien cómo se estableció cada punto de la doctrina, y el sello
puesto sobre ellos por el Santo Espíritu de Dios. Todo el tiempo se oían voces
que decían: “Aquí está la verdad”, “Yo tengo la verdad; síganme”. Pero venía la
advertencia: “No los sigáis. Yo no los envié, pero ellos corrieron” véase
Jeremías
23:21
.
La conducción del Señor fue notable, y muy maravillosas fueron sus revela-
ciones acerca de la verdad. El Señor Dios del cielo la estableció punto por punto.
Lo que entonces fue verdad, lo es también hoy. Pero no cesan de oírse las voces:
“Esto es la verdad. Yo tengo nueva luz”. Sin embargo, esta “nueva luz” en las
líneas de interpretación proféticas es una mala aplicación de la Palabra, lo que
deja al pueblo de Dios a la deriva y sin un ancla para sostenerlo. Si los estudiantes
de las Escrituras tomaran las verdades que Dios ha revelado en la conducción
de su pueblo, y se apropiaran de ellas, las digirieran y las asimilaran en la vida
diaria, serían canales vivos de luz. En cambio, los que se dedicaron a estudiar
nuevas teorías y mezclaron la verdad con el error para tratar de destacar estas
cosas, demostraron que, al no encender sus lámparas en el altar divino, se apagaron
totalmente.—
Manuscript Releases 17:4, 5
.
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