Para prevenir el fanatismo, 16 de agosto
Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo
os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó
por su propia sangre. Porque yo sé que después de mi partida entrarán en
medio de vosotros lobos rapaces, que no perdonarán al rebaño. Y de
vosotros mismos se levantarán hombres que hablen cosas perversas para
arrastrar tras sí a los discípulos.
Hechos 20:28-30
.
El fanatismo se manifestará en nuestro propio seno. Vendrán engaños, y de tal
naturaleza que engañarán, si es posible, a los escogidos. Si se dieran contradiccio-
nes notables y declaraciones falsas en estas manifestaciones, no se necesitarían
las palabras de los labios del gran Maestro. Esta advertencia se da debido a los
muchos y diversos peligros que surgirán.
La razón por la que doy la señal de alarma es que mediante el esclarecimiento
del Espíritu de Dios puedo ver aquello que mis hermanos no disciernen. Tal vez
no sea indispensable que particularice todas estas fases peculiares del engaño
contra las que es necesario precaverse. Me basta deciros: Estad en guardia; y como
centinelas fieles, guardad el rebaño de Dios para que éste no acepte sin analizar
bien todo aquello que supuestamente le es comunicado por el Señor. Si trabajamos
para crear una excitación de los sentimientos, tendremos toda la que deseamos,
y posiblemente más de la que podamos afrontar con éxito. “Predicad la palabra”
con calma y claridad. No debemos considerar que nuestra obra consiste en crear
agitación de los sentimientos.
Únicamente el Espíritu Santo de Dios puede crear un entusiasmo sano. Dejad
que Dios trabaje, y que el instrumento humano avance suavemente ante él, ob-
servando, esperando, orando y contemplando a Jesús a cada momento; y que sea
conducido y dirigido por el precioso Espíritu, el cual es luz y vida.—
Mensajes
Selectos 2:17
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