Ánimo para los que yerran, 27 de agosto
Este es el mensaje que hemos oído de él, y os anunciamos: Dios es luz, y no
hay ningunas tinieblas en él. Si decimos que tenemos comunión con él, y
andamos en tinieblas, mentimos, y no practicamos la verdad; pero si
andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la
sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado.
1 Juan 1:5-7
.
Durante más de medio siglo he sido la mensajera del Señor, y mientras dure mi
vida continuaré entregando las comunicaciones que Dios me da para su pueblo. No
me atribuyo ninguna gloria para mí; en mi juventud el Señor me hizo su portavoz
para comunicar a su pueblo testimonios de ánimo, advertencia y reprensión.
Durante sesenta años he estado en comunicación con mensajeros celestiales y
aprendiendo constantemente de seres divinos, en relación con la forma en que
Dios está continuamente obrando para sacar a las personas del camino del error a
la luz de la verdad.
Muchas personas recibieron ayuda, porque creyeron que los mensajes que se
me dieron habían sido enviados por misericordia a los que yerran. Cuando veía a
quienes necesitaban una fase diferente de la experiencia cristiana, la compartía
para su bien presente y eterno. Y mientras el Señor me conserve la vida, haré mi
obra fielmente, ya sea que los hombres y las mujeres escuchen y obedezcan mi
mensaje o no. Se me dio claramente mi obra, y mientras sea obediente recibiré
gracia.
Yo amo a Dios. Amo a Jesucristo, el Hijo de Dios, y siento un intenso interés
en cada persona que dice ser hija de Dios. Estoy decidida a ser un fiel mayordomo
mientras el Señor me conserve la vida. No le fallaré ni me desanimaré...
Yo amo al Señor; amo a mi Salvador, y mi vida está totalmente en las manos
de Dios. Mientras él me sostenga, daré un testimonio decidido.—
Manuscript
Releases 5:152, 153
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