Página 112 - Servicio Cristiano (1981)

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Servicio Cristiano
Salid con fe, y proclamad la verdad como si la creyerais. Que
aquellos por los cuales trabajáis vean que para vosotros es en verdad
una realidad viviente.—
Testimonies for the Church 9:42
.
El argumento más poderoso en favor del cristianismo es una vida
semejante a la de Cristo.—
Joyas de los Testimonios 3:290
.
Hay muchos que profesan el nombre de Cristo cuyos corazones
no se empeñan en su servicio. Sencillamente hacen profesión de
piedad, pero por este mismo hecho han ampliado su condenación y
han llegado a ser agentes satánicos más engañosos y que alcanzan
más éxito en la ruina de las almas.—
The Review and Herald, 27 de
marzo de 1888
.
Los que aguardan al Señor, purifican sus almas obedeciendo
la verdad. Con la vigilancia, combinan el trabajo ferviente. Por
cuanto saben que el Señor está a las puertas, su celo se vivifica
para cooperar con los seres divinos en trabajar para la salvación
de las almas. Estos son los siervos fieles y prudentes que dan a la
familia del Señor “a tiempo ... su ración”. Declaran la verdad que
tiene aplicación especial a su tiempo. Como Enoc, Noé, Abrahán y
Moisés declararon cada uno la verdad para su tiempo; así también
los siervos de Cristo dan ahora la amonestación especial para su
generación.—
El Deseado de Todas las Gentes, 573
.
Nuestra situación delante de Dios depende, no de la cantidad
de luz que hemos recibido, sino del empleo que damos a lo que
tenemos. Así, aun los paganos que eligen lo recto en la medida en
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que lo pueden distinguir, están en una condición más favorable que
aquellos que tienen gran luz y profesan servir a Dios, pero desprecian
la luz y por su vida diaria contradicen su profesión.—
El Deseado de
Todas las Gentes, 200, 201
.
Todo cristiano tiene la oportunidad no sólo de esperar, sino de
apresurar la venida de nuestro Señor Jesucristo. Si todos los que
profesan el nombre de Cristo llevaran fruto para su gloria, cuán
prontamente se sembraría en todo el mundo la semilla del Evangelio.
Rápidamente maduraría la gran cosecha final, y Cristo vendría para
recoger el precioso grano.—
Lecciones Prácticas del Gran Maestro,
60
.
Los cristianos deben despertarse, y asumir sus deberes descuida-
dos; pues la salvación de sus propias almas depende de sus esfuerzos
individuales.—
The Review and Herald, 23 de agosto de 1881
.