Página 184 - Servicio Cristiano (1981)

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Servicio Cristiano
para que den de su abundancia para el sostén de su obra; y Dios
hará esto tan pronto como sus hijos aprendan a acercarse a estos
hombres sabiamente y a llamar su atención a lo que es su privilegio
hacer. Si las necesidades de la obra de Dios fueran presentadas de la
debida manera delante de los que tienen medios e influencia, estos
hombres podrían hacer mucho por el progreso de la causa de la
verdad presente. El pueblo de Dios ha perdido muchos privilegios
que podría haber aprovechado, si no hubiera preferido permanecer
independiente del mundo.—
The Southern Watchman, 15 de marzo
de 1904
.
El Señor conmueve aún el corazón de reyes y gobernantes en
favor de su pueblo. Los que trabajan para él han de valerse de la
ayuda que él induce a los hombres a dar para el avance de su causa.
Los agentes de los cuales provienen estas dádivas pueden abrir
caminos por los cuales la luz de la verdad pueda ser dada a muchos
países entenebrecidos. Estos hombres pueden no tener simpatía hacia
la obra de Dios ni fe en Cristo, ni conocimiento de su Palabra; pero
sus dones no han de ser rechazados por este motivo.—
The Southern
Watchman, 15 de marzo de 1904
.
El Señor ha colocado sus bienes en manos de los no creyentes así
como de los cristianos; todos pueden devolverle lo que le pertenece
para la realización de la obra que debe ser hecha en favor de un
mundo caído. Mientras estemos en este mundo, mientras el Espíritu
de Dios contienda con los hijos de los hombres, hemos de recibir
y hacer favores. Hemos de dar al mundo la luz de la verdad, tal
como se revela en las Escrituras; y hemos de recibir de los hombres
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del mundo aquello que Dios los induce a dar para su causa.—
The
Southern Watchman, 15 de marzo de 1904
.
Todo el mundo, con sus riquezas y tesoros pertenece a Dios, aun
cuando ahora casi todo está en posesión de hombres malos. “De
Jehová es la tierra y su plenitud.” “Mía es la plata, y mío el oro, dice
Jehová de los ejércitos.” “Porque mía es toda bestia del bosque, y
los millares de animales en los collados. Conozco todas las aves de
los montes, y en mi poder están las fieras del campo. Si yo tuviese
hambre, no te lo diría a ti: porque mío es el mundo y su plenitud.”
Ojalá que los cristianos se den cuenta cada vez más plenamente de
que tienen el privilegio y el deber de aprovechar, siempre que sea
sobre principios rectos, toda oportunidad enviada por el cielo para el