Página 190 - Servicio Cristiano (1981)

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Servicio Cristiano
de causar confusión y perplejidad, y de hacer surgir desconfianza y
sospecha.—
The Southern Watchman, 12 de abril de 1904
.
Algunos obstáculos confrontan a los dirigentes hoy
—La expe-
riencia de Nehemías se repite en la historia del pueblo de Dios en
este tiempo. Los que trabajan en la causa de la verdad hallarán que
no pueden hacer esto sin excitar el enojo de sus enemigos. Aun
cuando han sido llamados por Dios a la obra en la cual están em-
peñados, y su conducta es aprobada por él, no pueden escapar al
reproche y al ridículo. Serán acusados de ser visionarios, indignos de
confianza, maquinadores, hipócritas: cualquier cosa, en suma, que
convenga a los propósitos de los enemigos. Las cosas más sagradas
serán presentadas bajo una luz ridícula para divertir a los impíos. Un
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poquito de sarcasmo y de ingenio vil, unido a la envidia, los celos, la
impiedad y el odio, es suficiente para excitar el regocijo del burlón
profano. Y estos burladores presuntuosos agudizan mutuamente su
ingenio, y se envalentonan el uno al otro en su obra blasfema. El
desprecio y el ridículo son sin duda dolorosos para la naturaleza
humana; pero deben ser soportados por todos los que son leales a
Dios. Satanás tiene así el plan de que las almas desistan de hacer la
obra que el Señor les ha confiado.—
The Southern Watchman, 12 de
abril de 1904
.
Han de reunirse las fuerzas desalentadas
—En secreto y silencio,
Nehemías completó su gira de inspección de los muros. Declara: “Y
no sabían los magistrados dónde yo había ido, ni qué había hecho;
ni hasta entonces lo había yo declarado a los judíos y sacerdotes, ni
a los nobles y magistrados, ni a los demás que hacían la obra.” En
su dolorosa gira no quería él llamar la atención ni de sus amigos ni
de sus adversarios, para no crear ninguna excitación, y para que no
se pusieran en circulación informes que pudieran derrotar o por lo
menos obstaculizar su obra. Nehemías dedicó el resto de la noche
a la oración; por la mañana debía hacer un esfuerzo ferviente para
levantar y unir a sus desalentados y divididos connacionales.—
The
Southern Watchman, 22 de marzo de 1904
.
Aunque Nehemías llevaba una comisión real que requería de los
habitantes la cooperación con él en la reedificación de los muros
de la ciudad, no quiso depender del mero ejercicio de la autoridad.
Intentó más bien ganar la confianza y la simpatía de la gente, pues