Página 191 - Servicio Cristiano (1981)

Basic HTML Version

La recolección anual
187
sabía bien que una unión de los corazones así como de las manos
era esencial para el éxito en la gran obra que había emprendido.
Cuando llamó a la gente a reunirse por la mañana, presentó ar-
gumentos calculados para despertar sus dormidas energías y para
unir sus esparcidas huestes. ... Y habiendo presentado el asunto
[218]
plenamente ante ellos, mostrándoles que estaba sostenido por la au-
toridad combinada del rey de Persia y del Dios de Israel, Nehemías
formuló ante el pueblo directamente la pregunta de si aprovecha-
rían esta favorable ocasión, y se levantarían con él para edificar el
muro. Este discurso llegó directamente a sus corazones; la mani-
festación del favor del cielo hacia ellos los hizo avergonzar de sus
temores. Con renovado valor clamaron a gran voz: “Levantémonos,
y edifiquemos”.—
The Southern Watchman, 29 de marzo de 1904
.
La santa energía y las elevadas esperanzas de Nehemías fue-
ron comunicadas al pueblo. Al ser dominados por ese espíritu, se
elevaron por un tiempo al nivel moral de su dirigente. Cada uno
en su propia esfera era una especie de Nehemías; y cada uno de
ellos fortaleció y sostuvo a su hermano en la obra.—
The Southern
Watchman, 29 de marzo de 1904
.
Los sacerdotes de Israel se contaron entre los primeros en res-
ponder
—Entre los primeros que captaron el espíritu de celo y fervor
de Nehemías se hallaban los sacerdotes de Israel. Desde la posición
de influencia que ocupaban, estos hombres podían hacer mucho para
obstaculizar la obra o hacerla progresar. Su pronta cooperación, al
comienzo mismo, contribuyó no poco a su éxito. Así debe ocurrir
con toda empresa santa. Los que ocupan puestos de influencia y
de responsabilidad en la iglesia, deben ser los primeros en la obra
de Dios. Si ellos se mueven lentamente, otros no se moverán en
absoluto. Pero su “ejemplo ha estimulado a muchos.” Cuando su luz
brille en forma refulgente, un millar de antorchas serán encendidas
en su llama.—
The Southern Watchman, 5 de abril de 1904
.
Nehemías como organizador
—La gente en general estaba ani-
mada como un solo corazón y una sola alma en su patriotismo y
alegre actividad. Hombres de capacidad e influencia organizaron las
[219]
diversas clases de ciudadanos en grupos, haciéndose responsable
cada dirigente de la erección de determinada parte del muro. Era un
espectáculo muy agradable para Dios y los ángeles ver los activos
grupos trabajando armoniosamente sobre las murallas derribadas de