Página 192 - Servicio Cristiano (1981)

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Servicio Cristiano
Jerusalén, y era un ruido alegre el que producían sus instrumentos
de trabajo desde las primeras horas de la madrugada “hasta salir las
estrellas”.—
The Southern Watchman, 5 de abril de 1904
.
La demostración de un verdadero espíritu de dirigente
—El celo
y la energía de Nehemías no decrecieron, ahora que el trabajo había
comenzado de hecho. No se cruzó de brazos, sintiendo que podía
deponer la carga. Con incansable vigilancia dirigió constantemente
la obra, guiando a los obreros, notando cada obstáculo, y tomando
las providencias para cada emergencia. Su influencia se sentía cons-
tantemente a lo largo de toda la extensión de aquellos casi cinco
kilómetros de muro. Con palabras oportunas animaba a los temero-
sos, encomiaba a los diligentes, o despertaba a los perezosos. Y otra
vez vigilaba con ojo de águila los movimientos de sus enemigos,
que a veces se reunían a la distancia entregándose a una animada
conversación, como si estuvieran complotando el mal, y luego, acer-
cándose a los obreros, intentaban distraer su atención y obstaculizar
su trabajo.
Mientras los ojos de cada obrero se dirigían con frecuencia a
Nehemías, listos para prestar atención a la más leve señal, esos ojos
y corazones se elevaban también a Dios, el gran Director de toda la
obra, Aquel que había puesto en el corazón de su siervo el deseo de
edificar. Y a medida que se fortalecían la fe y el valor en su propio
corazón, Nehemías exclamaba, y sus palabras, repetidas una y otra
vez, conmovían los corazones de los obreros a lo largo de toda la
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línea: “El Dios de los cielos, él nos prosperará.”—
The Southern
Watchman, 5 de abril de 1904
.
Nehemías y sus compañeros no rehuyeron el trabajo duro, ni
se excusaron del servicio penoso. Ni de noche ni de día, ni aun
durante el breve tiempo usado para dormir, se quitaban la ropa, o
aun colocaban a un lado su armadura. “Y ni yo, ni mis hermanos,
ni mis mozos, ni la gente de guardia que me seguía, desnudamos
nuestro vestido: cada uno se desnudaba solamente para lavarse.”—
The Southern Watchman, 26 de abril de 1904
.
Se pretenderá ejercer influencia negativa en cada movimiento
religioso
—La mayor parte de los nobles y los jefes de Israel también
acudieron noblemente al cumplimiento del deber; pero había unos
pocos, los nobles tecoítas, que “no prestaron su cerviz a la obra de su
Señor”. Mientras los fieles constructores han sido objeto de honrosa