Página 263 - Servicio Cristiano (1981)

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Requisitos para el servicio cristiano eficaz
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Cuidado pastoral
El pastor que descubre que falta una de sus ovejas, no mira
descuidadamente el rebaño que está seguro y dice: “Tengo noventa
y nueve, y me sería una molestia demasiado grande ir en busca de
la extraviada. Que regrese, y yo abriré la puerta del redil y la dejaré
entrar.” No; tan pronto como se extravía la oveja, el pastor se llena de
pesar y ansiedad. Cuenta y recuenta el rebaño, y no dormita cuando
descubre que se ha perdido una oveja. Deja las noventa y nueve
dentro del aprisco y va en busca de la perdida. Cuanto más oscura y
tempestuosa es la noche, y más peligroso el camino, tanto mayor es
la ansiedad del pastor y más ferviente su búsqueda. Hace todos los
esfuerzos posibles por encontrar esa sola oveja perdida.
¡Con cuánto alivio siente a la distancia su primer débil balido!
Siguiendo el sonido trepa por las alturas más empinadas, y va al
mismo borde del precipicio con riesgo de su propia vida. Así la
busca, mientras el balido, cada vez más débil, le indica que la oveja
está por morir. Al fin es recompensado su esfuerzo; encuentra la
perdida. Entonces no la reprende porque le ha causado tanta molestia.
No la arrea con un látigo. Ni aun intenta conducirla al redil. En
su gozo pone la temblorosa criatura sobre sus hombros; si está
magullada y herida, la toma en sus brazos, la aprieta contra su pecho
para que le dé vida el calor de su corazón. Agradecido porque su
búsqueda no ha sido vana, la lleva de vuelta al redil.—
Lecciones
Prácticas del Gran Maestro, 172, 173
.
[305]
Humildad
Al escoger a hombres y mujeres para su servicio, Dios no averi-
gua si poseen erudición, elocuencia o riqueza mundanal. Pregunta
más bien: “¿Andan ellos con tal humildad que yo pueda enseñar-
les mi camino? ¿Puedo poner mis palabras en sus labios? ¿Me
representarán?”—
Testimonies for the Church 7:144
.
Al tratar de ayudar al pobre, al despreciado, al olvidado, no tra-
bajéis por ellos abrigando el sentimiento de vuestra superioridad y
dignidad, porque de este modo no lograréis nada.—
Testimonies for
the Church 6:277
.