Página 284 - Servicio Cristiano (1981)

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Servicio Cristiano
Esto es lo que ocurre con el pecador, que, conociendo su falta
de méritos, ha entrado en la viña del Señor a la hora undécima.
Su tiempo de servicio parece muy corto, no se siente digno de
recompensa alguna, pero está lleno de gozo porque por lo menos
Dios lo ha aceptado. Trabaja con un espíritu humilde y confiado,
agradecido por el privilegio de ser un colaborador de Cristo. Dios
se deleita en honrar este espíritu.—
Lecciones Prácticas del Gran
Maestro, 365
.
Recompensa segura
El que ha señalado a “cada uno su obra”, conforme a su capaci-
dad, jamás dejará sin recompensa al que haya cumplido fielmente
su deber. Toda acción de lealtad y fe será coronada con muestras
especiales del favor y la aprobación de Dios. A todo obrero se ha-
ce la promesa: “Irá andando y llorando el que lleva la preciosa
simiente; mas volverá a venir con regocijo, trayendo sus gavillas.”—
Testimonies for the Church 5:395
.
Por corto que sea nuestro servicio o humilde nuestro trabajo, si
con una fe sencilla seguimos a Cristo, no seremos chasqueados en
cuanto a la recompensa. Aquello que aun los mayores o los más
sabios hombres no pueden ganar, el más débil y el más humilde
puede recibir. Los áureos portales del cielo no se abrirán ante el que
se exalta a sí mismo. No darán paso a los de espíritu soberbio. Pero
los eternos portales se abrirán de par en par ante el toque tembloroso
de un niñito. Bendita será la recompensa de gracia concedida a los
que trabajaron por Dios con simplicidad de fe y amor.—
Lecciones
[330]
Prácticas del Gran Maestro, 372
.
Las sienes de los que hacen esta obra llevarán la corona del
sacrificio. Pero recibirán su galardón.—
Testimonies for the Church
6:348
.
Para todo obrero de Dios este pensamiento debiera ser motivo
de estímulo y animación. En esta vida nuestra obra para Dios parece
a menudo casi estéril. Nuestros esfuerzos en hacer bien pueden
ser fervientes y perseverantes. No obstante, puede que no se nos
permita presenciar sus resultados. Para nosotros, el esfuerzo puede
parecer perdido. Pero el Salvador nos asegura que nuestra obra