Página 48 - Servicio Cristiano (1981)

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Condiciones que prevalecen en el pueblo de Dios
Falta de espíritu misionero
Ha habido sólo poco espíritu misionero entre los adventistas y
observadores del sábado. Si los ministros y el pueblo estuvieran
suficientemente despiertos, no descansarían así en forma indiferente,
mientras Dios los ha honrado haciéndolos los depositarios de su ley,
al grabarla en su mente y escribirla en su corazón.—
Testimonies for
the Church 3:202
.
El verdadero espíritu misionero ha abandonado las iglesias que
han hecho tan exaltada profesión; sus corazones ya no bullen en-
cendidos de amor por las almas y del deseo de guiarlas al aprisco
de Cristo. Necesitamos trabajadores fervorosos. ¿No hay nadie que
responda al clamor que surge por doquiera: “Pasa y ayúdanos”?—
Testimonies for the Church 4:156
.
Se me mostró que como pueblo somos deficientes. Nuestras
obras no están de acuerdo con nuestra fe. Nuestra fe testifica que
vivimos bajo la proclamación del mensaje más solemne y más im-
portante que haya sido dado jamás a los mortales. Sin embargo, a
la plena vista de este hecho, nuestros esfuerzos, nuestro celo, nues-
tro espíritu de abnegación, no guarda paso con el carácter de la
obra. Debemos despertarnos de entre los muertos, y Cristo nos dará
vida.—
Testimonies for the Church 2:114
.
Mi corazón se conduele cuando pienso en cuán poco sienten
nuestras iglesias su solemne responsabilidad ante Dios. No son
sólo los ministros los soldados, sino todo hombre y mujer que se ha
alistado en el ejército de Cristo. ¿Y están ellos dispuestos a compartir
la suerte de un soldado, tal como Cristo les dió un ejemplo en su
vida de abnegación y sacrificio? ¿Qué abnegación han manifestado
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nuestras iglesias como conjunto? Pueden haber dado donaciones en
dinero, pero no se han dado a sí mismas.—
Boletín de la Asociación
General, 1893, 131
.
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