Página 52 - Servicio Cristiano (1981)

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Servicio Cristiano
conducta de permanente apostasía nos ha separado de Dios. El
orgullo, la codicia y el amor al mundo han vivido en el corazón sin
temor a la expulsión o la condenación. Pecados dolorosos cometidos
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con presunción se manifiestan entre nosotros. Y sin embargo la
opinión general es que la iglesia está floreciendo, y que existe paz y
prosperidad espiritual en todos sus términos. La iglesia ha dejado
de seguir en pos de Cristo, su líder, y está volviéndose firmemente
hacia Egipto. Sin embargo pocos están alarmados o sorprendidos
por su falta de poder espiritual. La duda y hasta el descreimiento de
los testimonios del Espíritu de Dios están leudando nuestras iglesias
por doquiera. Satanás quiere que esto ocurra así.—
Testimonies for
the Church 5:217
.
Un estado de debilidad espiritual
Una luz acumulada ha brillado sobre el pueblo de Dios, pero
muchos han descuidado el seguir la luz, y por esta razón se hallan
en un estado de gran debilidad espiritual. No es por falta de conoci-
miento por lo que el pueblo de Dios perece actualmente. No serán
condenados a causa de que no conocen el camino, la verdad y la
vida. La verdad que alcanzaron a comprender, la luz que ha brillado
en su alma pero que han descuidado o rechazado, los condenará.
Los que nunca han tenido una luz que rechazar, no serán condena-
dos. ¿Qué más podía haberse hecho por la viña del Señor? Luz, luz
preciosa brilla sobre el pueblo de Dios; pero ella no los salvará, a
menos que consientan en ser salvados por ella, vivan plenamente
a la altura de ella, y la transmitan a los demás que se hallan en
tinieblas.—
Testimonies for the Church 2:123
.
La necesidad del colirio celestial
Las iglesias necesitan tener los ojos ungidos con el colirio ce-
lestial, para que vean las muchas oportunidades que por doquiera
se les presentan para servir a Dios. El Señor ha pedido reiterada-
mente a su pueblo que salga a los caminos y los vallados y fuerce
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a los hombres a entrar, para que se llene su casa; y sin embargo a
la sombra de nuestras propias puertas, hay familias en las cuales no
hemos manifestado suficiente interés para inducirlas a pensar que