Página 97 - Servicio Cristiano (1981)

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El despertar
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Despertaos, hermanos; por causa de vuestra propia alma, desper-
taos. Sin la gracia de Cristo no podéis hacer nada. Trabajad mientras
podáis.—
The Southern Watchman, 17 de julio de 1906
.
Si nuestros ojos fuesen abiertos y pudiéramos discernir la obra
que efectúan los ángeles caídos con aquellos que se sienten tranqui-
los y seguros, no nos sentiríamos tan seguros. Los malos ángeles
nos siguen en todo momento.—
Joyas de los Testimonios 1:101
.
[103]
Dios invita a todos, tanto predicadores como laicos, a que se
despierten. Todo el cielo está conmovido. Las escenas de la historia
terrenal están llegando rápidamente al fin. Vivimos en medio de
los peligros de los postreros días. Mayores peligros nos esperan, y
sin embargo, no estamos despiertos. La falta de actividad y fervor
en la causa de Dios es espantosa. Este estupor mortal proviene de
Satanás.—
Joyas de los Testimonios 1:88, 89
.
¿Qué diré para despertar al pueblo remanente de Dios? Me fué
mostrado que nos esperan escenas espantosas; Satanás y sus ángeles
oponen todas sus potestades al pueblo de Dios. Saben que si los
hijos de Dios duermen un poco más, los tienen seguros, porque su
destrucción es cierta.—
Joyas de los Testimonios 1:91
.
En estas horas finales del tiempo de gracia concedido a los hijos
de los hombres, cuando falta tan poco para que la suerte de cada alma
sea decidida para siempre, el Señor del cielo y de la tierra espera
que su iglesia se levante a obrar como nunca antes. Los que han sido
libertados en Cristo por un conocimiento de la verdad preciosa, son
considerados por el Señor Jesús como sus escogidos, favorecidos
por sobre todos los demás en la tierra; y él espera de ellos que
manifiesten las alabanzas de Aquel que los llamó de las tinieblas
a su luz admirable. Las bendiciones tan liberalmente concedidas
deben ser comunicadas a otros. La buena nueva de la salvación debe
ir a toda nación, tribu, lengua y pueblo.—
La Historia de Profetas y
Reyes, 528, 529
.
Ni uno entre cien de nosotros está haciendo algo más que estar
ocupado en actividades mundanales y comunes. No estamos ni
siquiera medio despiertos ante el valor de las almas por las cuales
Cristo murió.—
Testimonies for the Church 8:148
.
Si los discípulos de Cristo comprendiesen su deber, habría mil
heraldos del Evangelio a los gentiles donde hoy hay uno. Y todos los
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que no pudieran dedicarse personalmente a la obra, la sostendrían