Página 239 - Ser Semejante a Jes

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El trabajo bien regulado ayuda a un desarrollo completo, 8 de
agosto
Porque la tierra que bebe la lluvia que muchas veces cae sobre ella, y
produce hierba provechosa a aquellos por los cuales es labrada, recibe
bendición de Dios; pero la que produce espinos y abrojos es reprobada, está
próxima a ser maldecida, y su fin es el ser quemada.
Hebreos 6:7, 8
.
Es necesario enseñar a los jóvenes que la vida implica trabajo serio, respon-
sabilidad, preocupación. Necesitan una preparación que les dé sentido práctico,
que haga de ellos hombres y mujeres capaces de hacer frente a las emergencias.
Debería enseñárseles que la disciplina del trabajo sistemático y bien regulado es
esencial no sólo como salvaguardia contra las vicisitudes de la vida, sino como
medio para lograr un desarrollo completo.
A pesar de todo lo que se ha dicho y escrito acerca de la dignidad del trabajo,
prevalece la idea de que es degradante. Los jóvenes anhelan ser maestros, em-
pleados, comerciantes, médicos y abogados, u ocupar algún otro puesto que no
requiera trabajo físico. Las jóvenes evitan los quehaceres domésticos y tratan de
prepararse para otra cosa. Necesitan aprender que el trabajo honrado no degrada
a nadie. Lo que degrada es la ociosidad y la dependencia egoísta. La ociosidad
fomenta la complacencia y da como resultado una vida vacía y estéril, un terreno
propicio para el desarrollo de toda clase de mal...
Puesto que tanto los hombres como las mujeres ocupan su lugar en el hogar,
los niños y las niñas deberían saber en qué consisten los deberes domésticos...
Aprendan los niños y los jóvenes, mediante el estudio de la Biblia, cómo ha
honrado Dios el trabajo del obrero. Lean acerca de los “hijos de los profetas”
(
2 Reyes 6:1-7
) que asistían a la escuela y construyeron una casa para su uso, y
para quienes se hizo un milagro con el fin de recuperar un hacha prestada. Lean
acerca de Jesús, el carpintero; de Pablo, el fabricante de tiendas. Al trabajo del
artesano unían el ministerio superior, humano y divino. Lean acerca del muchacho
que proveyó los cinco panes usados por Jesús en el maravilloso milagro de la
alimentación de la multitud; de Dorcas, la costurera, resucitada con el fin de que
siguiera haciendo ropa para los pobres; de la mujer sabia descrita en Proverbios,
que “busca lana y lino, y con voluntad trabaja con sus manos”... que “considera
los caminos de su casa, y no come el pan de balde”
31:13, 27
.—
La Educación,
215-217
.
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