Los ángeles cooperan con los ganadores de almas, 6 de
septiembre
De éste dan testimonio todos los profetas, que todos los que en él creyeren,
recibirán perdón de pecados por su nombre.
Hechos 10:43
.
Dios obra por medio de agentes celestiales para que los que conocen la verdad
puedan ser puestos en conexión con las almas que necesitan luz y conocimiento.
Lean el capítulo 10 del libro de Hechos. El Dios del cielo contempló la devoción
y la piedad de Cornelio. Fue testigo de sus oraciones y de sus limosnas, y señaló
el poder de su influencia. Deseó darle la luz con respecto a la misión de Cristo y
conectarlo con su obra.
El Señor envió a su ángel para comunicarle esto a Cornelio y colocarlo en
contacto con el apóstol Pedro. El ángel le dijo a Cornelio dónde vivía Pedro, y
le aseguró: “Él te dirá lo que es necesario que hagas”. Después envió un ángel a
Pedro para quitarle sus dudas en cuanto a la conveniencia de trabajar en favor de
los gentiles. “Lo que Dios limpió, no lo llames tú común”. Mientras Pedro estaba
pensando en la visión misteriosa que se le había dado, el Espíritu le dijo: “He
aquí tres hombres te buscan. Levántate, pues, y desciende, y no dudes ir con ellos,
porque yo los he enviado”.
Hechos 10:19, 20
.
Qué historia es esta para mostrar que el cielo está en íntima relación con
nuestro mundo. En la escalera que vio Jacob, los ángeles de Dios ascendían y
descendían. Dios estaba en lo alto de la escalera, y rayos de luz y gloria estaban
brillando en todo el trayecto desde el cielo a la tierra. Aún está abierta esta línea
de comunicación.
¿Y cuál fue el resultado del trato de Dios con Cornelio? Lean la preciosa
historia, y aprendan, y alaben a Dios, porque su lección es para nosotros... Y Dios
“nos mandó que predicásemos al pueblo, y testificásemos de que él es al que Dios
ha puesto por Juez de vivos y muertos. De éste dan testimonio todos los profetas,
que todos los que en él creyeren, recibirán perdón de pecados por su nombre”.
Hechos 10:42, 43
.
Mientras aún hablaba Pedro estas palabras, el Espíritu Santo cayó sobre todos
los que oían el discurso, y fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús. De
esta manera, en Cesarea, se estableció una compañía de creyentes cristianos para
mantener en alto la luz de la verdad.
Esta es la obra que debe ser hecha hoy. Tenemos un mensaje para dar a la
gente... Cristo declara: “Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá
hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás... Todo lo que el Padre me da,
vendrá a mí; y al que a mí viene, no le echo fuera”.
Juan 6:35, 37
.—
(Australasian)
Union Conference Record, 1 de enero de 1900
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