Página 342 - Ser Semejante a Jes

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El culto familiar puede ayudar a crear armonía, 15 de
noviembre
¿Y quién podrá soportar el tiempo de su venida? ¿o quién podrá estar en
pie cuando él se manifieste? Porque él es como fuego purificador, y como
jabón de lavadores.
Malaquías 3:2
.
Nos estamos acercando rápidamente al fin de la historia de esta tierra. El
fin está muy cerca, más cerca de lo que muchos suponen, y siento la carga de
insistir en la necesidad que tiene nuestro pueblo de buscar fervientemente al
Señor. Muchos están dormidos, ¿y qué puede decirse para despertarlos de su sopor
carnal? El Señor quiere que su iglesia esté purificada antes que sus juicios caigan
más señaladamente sobre el mundo...
Cristo quitará de en medio todo falso pretexto. Ninguna mezcla de lo verdadero
con lo falso puede engañarlo. “Él es como fuego purificador”, separando lo
precioso de lo vil, la escoria del oro.
Al igual que los levitas, el pueblo elegido de Dios ha sido puesto aparte para
él, para hacer su obra especial. Cada verdadero cristiano lleva las credenciales
sacerdotales. Todos son honrados con la sagrada responsabilidad de representar
ante el mundo el carácter de su Padre celestial. Deben oír bien las palabras: “Sed,
pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto”.
Mateo 5:48
...
Se me ha ordenado que exhorte a nuestro pueblo de la manera más ferviente
acerca de la necesidad que tienen de practicar la religión en el hogar. Entre los
miembros de familia, siempre debe haber una consideración amable y atenta.
Que todos los corazones se unan mañana y noche en adoración reverente. Que
cada miembro de la familia escudriñe bien su corazón en el momento del culto
vespertino. Que se aclare y corrija cada mal que se haya cometido. Si durante el día
uno ha agraviado a otro, o le ha hablado en forma descortés, que el transgresor pida
perdón al que agravió. Con frecuencia se albergan en la mente los resentimientos y
se crean malentendidos y congojas que no necesitan crearse. Si al que se sospecha
que hizo mal se le da una oportunidad, podrá dar las explicaciones que traerán
alivio a otros miembros de la familia.
“Confiesen sus ofensas unos a otros, y oren unos por otros, para que sean
sanados” de todas las flaquezas espirituales, para que las disposiciones pecami-
nosas puedan ser cambiadas ver.
Santiago 5:16
. Hagan una obra diligente para la
eternidad. Oren de la manera más ferviente al Señor y manténganse firmes en la
fe. No confíen en el brazo de carne, sino confíen implícitamente en la dirección
del Señor. Que cada uno diga ahora: “En cuanto a mí, saldré, y me separaré del
mundo. Serviré al Señor con todo mi corazón”.—
The Review and Herald, 8 de
noviembre de 1906
.
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