Página 375 - Ser Semejante a Jes

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Miremos a Jesús y él nos dará la victoria, 16 de diciembre
¿Quién es el mayordomo fiel y prudente...? Bienaventurado aquel siervo al
cual, cuando su señor venga, le halle haciendo así.
Lucas 12:42, 43
.
Ninguno tenga la idea de que está ganando el favor de Dios por confesar sus
pecados, o que hay una virtud especial en confesarse ante seres humanos. Debe
haber en la experiencia esa fe que obra por amor y purifica el alma. El amor de
Cristo subyugará las inclinaciones de la naturaleza carnal. La verdad no sólo lleva
dentro de sí misma la evidencia de su origen celestial, sino que demuestra, por
medio de la gracia del Espíritu de Dios, que la verdad es eficaz en la purificación
del alma. El Señor quiere que vayamos día a día a él con todas nuestras aflicciones
y confesiones de pecado, y él nos dará descanso... Su Espíritu Santo llenará el alma
con su influencia clemente, y cada pensamiento será llevado cautivo a la obediencia
de Cristo. Me temo que por causa de algún error de su parte, la bendición que
Dios les ha dado... se convierta en maldición; que adquieran alguna idea falsa, de
manera que dentro de pocos meses se encuentren en una condición peor de la que
estaban antes de esa obra de reavivamiento. Si no cuidan constantemente su alma,
los incrédulos tendrán la peor impresión de ustedes. Dios no será glorificado con
esta clase de servicio espasmódico. Tengan cuidado de no llevar las cosas a los
extremos y causar un oprobio duradero a la preciosa causa de Dios.
El fracaso en el cual caen muchos es que, después que han sido bendecidos
por Dios, no tratan de ser una bendición para otros imitando la humildad de Cristo.
Ahora que se han sembrado palabras de vida eterna en su corazón, les ruego que
caminen humildemente con Dios, hagan las obras de Cristo y lleven mucho fruto
para justicia. Confío y oro con el fin de que se comporten como hijos e hijas del
Altísimo, y que no lleguen a ser extremistas o a hacer alguna cosa que contriste al
Espíritu de Dios.
No fijen su vista en los seres humanos ni pongan sus esperanzas en ellos,
pensando que son infalibles. En vez de eso, miren constantemente a Jesús. No
digan nada que arroje oprobio sobre nuestra fe. Confiesen sus pecados secretos
solos ante Dios. Reconozcan las idas y venidas de su corazón a Aquel que conoce
perfectamente cómo tratar sus casos. Si han hecho mal a su prójimo, reconozcan...
su pecado y muestren frutos de arrepentimiento haciendo restitución. Después,
reclamen la bendición. Vayan a Dios, tal como son, y permítanle que él cure todas
sus debilidades. Insistan en su caso ante el trono de la gracia y permitan que la
obra sea consumada. Sean sinceros en el trato con Dios y su propia alma. Si van a
él con un corazón verdaderamente contrito, él les dará la victoria.—
Testimonies
for the Church 5:648, 649
.
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