Página 78 - Ser Semejante a Jes

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Regularidad y prontitud son deberes religiosos, 7 de marzo
Para lo cual también trabajo, luchando según la potencia de él, la cual
actúa poderosamente en mí.
Colosenses 1:29
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Dios confió su sagrada obra a los seres humanos y les pide que la hagan
cuidadosamente... Se llenan de muchas cosas en su vida, posponen hasta mañana
lo que exige su atención hoy, y lastimosamente se pierde mucho tiempo en recoger
las puntadas perdidas. Los hombres y las mujeres pueden alcanzar un grado más
elevado de utilidad que el de llevar con ellos durante la vida un estado de ánimo
inestable. Pueden mejorar los rasgos defectuosos de su carácter que contrajeron
en sus años juveniles. Al igual que Pablo, pueden trabajar para alcanzar un grado
más elevado de perfección.
La obra de Dios no debe hacerse a tontas y a locas. No quedará colocada en
terreno ventajoso siguiendo un impulso repentino. Por el contrario, es positiva-
mente necesario seguir la buena obra con paciencia, día tras día, progresando en
nuestros caminos y en nuestros métodos. Uno debe levantarse a una hora regular.
Si durante el día se descuida el trabajo y se gasta la noche siguiente recuperando
el tiempo perdido, la mañana y el siguiente día mostrarán, como resultado, un
cerebro cansado y una fatiga general que constituyen violaciones definidas de
las leyes de la vida y la salud. Debe haber horas regulares para levantarse, para
el culto de familia, para las comidas y para el trabajo. Y es un deber religioso...
mantener esto por precepto... por un ejemplo firme. Muchos malgastan las horas
más preciosas de la mañana esperando poder terminar el trabajo que descuidaron
durante las horas que deberían dedicarse al sueño. La piedad, la salud, el éxito,
todos sufren de esta falta de un sistema verdaderamente religioso...
Algunos obreros necesitan abandonar los métodos lentos de trabajo que preva-
lecen, y aprender a ser rápidos. Es necesaria la prontitud, así como la diligencia.
Si deseamos realizar el trabajo de acuerdo con la voluntad de Dios, debe hacerse
de una manera rápida, pero no sin pensar y sin cuidado.—
Manuscript Releases,
326, 327
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