Página 138 - La Segunda Venida y el Cielo (2003)

Basic HTML Version

134
La Segunda Venida y el Cielo
día Jehová de los ejércitos será por corona de gloria y diadema de
hermosura a las reliquias de su pueblo”.
“Ciertamente consolará Jehová a Sión: consolará todas sus sole-
dades, y tornará su desierto como paraíso, y su soledad como huerto
de Jehová”. “La gloria del Líbano le será dada, la hermosura de
Carmel y de Sarón”. “No te llamarán ya más la ‘Desamparada’, ni
se llamará tu tierra ‘Desierta’, sino que te llamarán a ti ‘Mi compla-
[179]
cencia en ella’, y a tu tierra ‘Desposada’... Como la esposa hace las
delicias del esposo, así harás tú las delicias de tu Dios”.
Isaías 66:23
;
40:5
;
61:11
;
28:5
;
51:3
;
35:2
;
62:4, 5
.—
La Historia de Profetas y
Reyes, 539-542
.
A punto de ver su cumplimiento
—Estamos viviendo en un
momento solemnísimo de la historia de esta tierra. Nunca es tiempo
oportuno para pecar; es siempre peligroso continuar en la transgre-
sión; pero esto es actualmente cierto en un sentido especial. Nos
hallamos en los mismos lindes del mundo eterno y nos vemos, frente
al tiempo y a la eternidad, en una situación más solemne que nun-
ca antes. Cada persona escudriñe ahora su corazón y suplique que
los brillantes rayos del Sol de justicia disipen todas las tinieblas
espirituales y eliminen toda contaminación.
A nosotros que estamos a punto de ver su cumplimiento, ¡de
cuánto significado, de cuán vivo interés, son estos delineamientos
de las cosas por venir, acontecimientos por los cuales, desde que
nuestros primeros padres dieron la espalda al Edén, los hijos de Dios
han estado velando y aguardando, anhelando y orando!
Compañeros de peregrinación, estamos todavía entre las sombras
y la agitación de las actividades terrenales; pero pronto aparecerá
nuestro Salvador para traer liberación y descanso. Contemplemos
por la fe el bienaventurado más allá, tal como lo describió la mano
de Dios.—
El Hogar Cristiano, 498, 499
.
Un llamado a la preparación personal
—Os ruego que os pre-
paréis para la venida de Cristo en las nubes de los cielos. Día tras día,
desechad de vuestro corazón el amor al mundo. Comprended por
experiencia lo que significa tener comunión con Cristo. Preparaos
[180]
para el juicio, para que cuando Cristo venga para ser admirado por
todos los que creen, podáis estar entre aquellos que le recibirán en
paz.—
Testimonios para la Iglesia 9:227
.