Página 58 - La Segunda Venida y el Cielo (2003)

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La Segunda Venida y el Cielo
ceder por nosotros. Está preparando un lugar para todos los que le
aman. Como hombre vendrá otra vez con poder y gloria para recoger
a los suyos. Y lo que debiera causarnos gozo y agradecimiento es
que Dios “ha establecido un día en el cual juzgará al mundo con
justicia, por aquel varón a quien designó”. Podemos, pues, tener
para siempre la seguridad de que todo el universo que no cayó está
[73]
interesado en la gran obra que Jesús vino a hacer en nuestro mundo,
la salvación misma del hombre.—
Comentario Bíblico Adventista
5:1100
.
Cristo penetró en la eternidad llevando su humanidad. Está de-
lante de Dios como representante de nuestra raza. Cuando estamos
vestidos con el traje de bodas de su justicia, llegamos a ser uno con
él, y dice de nosotros: “Andarán conmigo en vestiduras blancas, por-
que son dignos”. Sus santos lo contemplarán en su gloria, sin que se
interponga un velo que lo opaque.—
Comentario Bíblico Adventista
7:937
.
Cristo ascendió al cielo llevando una humanidad santificada y
sagrada. Llevó esa humanidad consigo a las cortes celestiales, y a
través de los siglos eternos la retendrá, como Aquel que redimió
a cada ser humano que está en la ciudad de Dios.—
Comentario
Bíblico Adventista 6:1054
.
Garantía eterna de la fidelidad de Dios
—Tenemos todo lo que
pudiéramos pedir para inspirarnos fe y confianza en Dios. En las
cortes terrenales, cuando un rey quiere dar la máxima garantía que
asegure su veracidad, da a su hijo como rehén, para ser rescatado
cuando se cumpla la promesa del rey. Y he aquí, qué prenda de la
fidelidad del Padre, porque cuando quiso asegurar a los hombres de la
inmutabilidad de su consejo, dio a su unigénito Hijo para que viniera
a la tierra y tomara la naturaleza humana, no sólo por los cortos años
de vida, sino para retener esa naturaleza en las cortes celestiales
como garantía eterna de la fidelidad de Dios. ¡Oh, profundidad de
las riquezas tanto de la sabiduría como del amor de Dios! “Mirad
cuál amor nos ha dado el Padre, que seamos llamados hijos de Dios”.
1 Juan 3:1
.—
Mensajes Selectos 1:302
.
[74]
El universo celestial se maravilla
—Este es el misterio de la
piedad. Que Cristo haya tomado la naturaleza humana, y que por
una vida de humillación eleve al hombre en la escala del valor moral
junto a Dios; que pueda llevar la naturaleza que adoptó junto al trono