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La Segunda Venida y el Cielo
y enredaderas en las que se deleitaba colocándolas sobre árboles y
arbustos. Y cuando vea el árbol de la vida con sus ramas extendidas
y sus resplandecientes frutos a los cuales tiene nuevamente acceso,
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su gratitud será ilimitada. Se arrodillará en adoración ante el Rey de
gloria, y después se unirá al canto de todos los redimidos: “¡Digno,
digno es el Cordero que fue inmolado!” Adán perdió el Edén por
desobedecer los mandamientos de Dios. Ahora lo volverá a recibir
mediante el arrepentimiento y la obediencia fiel. Si la maldición
cayó sobre él por su desobediencia, ahora la bendición descansará
sobre él por su obediencia.—
Spiritual Gifts 3:88, 89
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