Capítulo 10—¿Quiénes estarán allí?
Los trofeos de Cristo
—En aquel día los redimidos resplande-
cerán en la gloria del Padre y del Hijo. Tocando sus arpas de oro,
los ángeles darán la bienvenida al Rey y a los trofeos de su victoria:
los que fueron lavados y emblanquecidos en la sangre del Cordero.
Se elevará un canto de triunfo que llenará todo el cielo. Cristo habrá
vencido. Entrará en los atrios celestiales acompañado por sus redi-
midos, testimonios de que su misión de sufrimiento y sacrificio no
fue en vano...
Jesús ascendió al Padre como representante de la familia humana,
y allí llevará Dios a los que reflejan su imagen para que contemplen
su gloria y participen de ella con él.—
Testimonios para la Iglesia
9:227
.
Compartirán su gloria
—Los que son participantes de los sufri-
mientos de Cristo, serán también participantes de su consolación, y
al fin compartirán también su gloria.—
Los Hechos de los Apóstoles,
212
.
Las sorpresas de Dios
—En el cielo habrá muchos de quienes
sus prójimos suponían que nunca entrarían allí.—
Palabras de Vida
del Gran Maestro, 50
.
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Compañeros celestiales
—Entonces los redimidos serán reci-
bidos con gozo en el lugar que Jesús les está preparando. Allí su
compañía no será la de los viles de la tierra, mentirosos, idólatras,
impuros e incrédulos, sino la de los que hayan vencido a Satanás y
que por la gracia divina hayan adquirido caracteres perfectos. Toda
tendencia pecaminosa, toda imperfección que los aflige aquí, habrá
sido quitada por la sangre de Cristo y se les concede la excelencia y
brillantez de su gloria, que excede en mucho a la del sol. Y la belle-
za moral, la perfección de su carácter resplandecen con excelencia
mucho mayor que este resplandor exterior. Están sin mancha delante
del trono de Dios y participan de la dignidad y de los privilegios de
los ángeles.—
El Camino a Cristo, 126
.
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