Página 78 - La Segunda Venida y el Cielo (2003)

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La Segunda Venida y el Cielo
Moisés y Elías
—En el monte de la transfiguración, Moisés ates-
tiguaba la victoria de Cristo sobre el pecado y la muerte. Represen-
taba a aquellos que saldrán del sepulcro en la resurrección de los
justos. Elías, que había sido trasladado al cielo sin ver la muerte,
representaba a aquellos que estarán viviendo en la tierra cuando
venga Cristo por segunda vez, aquellos que serán “transformados,
en un momento, en un abrir de ojo, a la final trompeta”; cuando
“esto mortal sea vestido de inmortalidad”, y “esto corruptible fuere
vestido de incorrupción”. Jesús estaba vestido por la luz del cielo,
como aparecerá cuando venga “la segunda vez, sin pecado... para
salud”. Porque él vendrá “en la gloria de su Padre con los santos
ángeles”. La promesa que hizo el Salvador a los discípulos quedó
cumplida. Sobre el monte, el futuro reino de gloria fue representado
en miniatura: Cristo el Rey, Moisés el representante de los santos
resucitados, y Elías de los que serán trasladados.—
El Deseado de
Todas las Gentes, 390
.
La resurrección especial en ocasión de la muerte de Cristo
Cristo resucitó de entre los muertos como primicia de aquellos que
dormían. Estaba representado por la gavilla agitada, y su resurrec-
ción se realizó en el mismo día en que esa gavilla era presentada
delante del Señor. Durante más de mil años, se había realizado esa
ceremonia simbólica. Se juntaban las primeras espigas de grano ma-
duro de los campos de la mies, y cuando la gente subía a Jerusalén
para la Pascua, se agitaba la gavilla de primicias como ofrenda de
agradecimiento delante de Jehová. No podía ponerse la hoz a la mies
para juntarla en gavillas antes que esa ofrenda fuese presentada. La
gavilla dedicada a Dios representaba la mies. Así también Cristo, las
primicias, representaba la gran mies espiritual que ha de ser juntada
para el reino de Dios. Su resurrección es símbolo y garantía de la
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resurrección de todos los justos muertos. “Porque si creemos que
Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con él a los que
durmieron en Jesús”.
1 Tesalonicenses 4:14
.
Al resucitar Cristo, sacó de la tumba una multitud de cautivos.
El terremoto ocurrido en ocasión de su muerte había abierto sus
tumbas, y cuando él resucitó salieron con él. Eran aquellos que
habían sido colaboradores con Dios y que, a costa de su vida, habían
dado testimonio de la verdad. Ahora iban a ser testigos de Aquel que
los había resucitado.—
El Deseado de Todas las Gentes, 729, 730
.