Página 116 - Testimonios Acerca de Conducta Sexual, Adulterio y Divorcio (1993)

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Capítulo 17—Masturbación
Destrucción de las resoluciones elevadas y la vida espiri-
tual
—El vicio secreto es el destructor de las resoluciones elevadas,
el esfuerzo ferviente y la fuerza de voluntad para formar el buen
carácter religioso. Los que tienen una verdadera comprensión de lo
que significa ser cristiano, saben que los seguidores de Cristo, como
discípulos suyos, están en la obligación de dominar todas sus pasio-
nes y colocar sus facultades físicas y mentales en perfecta sumisión
a la voluntad de Cristo. Los que están dominados por sus pasiones,
no pueden ser seguidores de Cristo. Están demasiado entregados
al servicio de su maestro, el originador de todo mal, para dejar sus
hábitos corruptos y escoger servir a Cristo.—
AM 9, 10
;
Conducción
del Niño, 418, 419
.
Agotamiento de la energía vital
—La práctica de hábitos se-
cretos ciertamente destruye las fuerzas vitales del organismo. Toda
acción innecesaria de algo vital será seguida por su correspondiente
depresión. Entre los jóvenes, el capital vital—el cerebro—es tan
severamente abrumado en los primeros años, que se produce una de-
ficiencia y un gran agotamiento que acaba exponiendo al organismo
a diversas enfermedades.
Fundamento de futuras enfermedades
—Si la práctica conti-
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núa después de los 15 años, la naturaleza protestará contra el abuso
que ha sufrido, continuará sufriendo, y les hará pagar el castigo por la
transgresión de sus leyes, especialmente de los 30 a los 45 años, me-
diante numerosos dolores en el organismo y diversas enfermedades,
como afecciones al hígado y los pulmones, neuralgia, reumatismo,
afecciones a la columna vertebral, enfermedades de los riñones y
tumores cancerosos. Una parte de la magnífica maquinaria de la
naturaleza se resiente haciendo la tarea más pesada para el resto, lo
que provoca un desorden en el excelente ajuste de la naturaleza y,
con frecuencia, hay un súbito colapso del organismo y el resultado
es la muerte.—
AM 18
;
Conducción del Niño, 417
.
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