Página 141 - Testimonios Acerca de Conducta Sexual, Adulterio y Divorcio (1993)

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A un empleado de hospital
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No hay excusas para el flirteo
—No hay excusas para la bús-
queda de la gratificación del enamoramiento sentimentalista; no hay
excusas para frivolidades y flirteos de hombres casados con mujeres
jóvenes, ni con viudas. Los hombres casados que profesan piedad
deberían prestar atención a la admonición del apóstol: “Amados,
yo os ruego como a extranjeros y peregrinos, que os abstengáis de
los deseos carnales que batallan contra el alma, manteniendo buena
vuestra manera de vivir entre los gentiles; para que en lo que mur-
muran de vosotros como de malhechores, glorifiquen a Dios en el
día de la visitación, al considerar vuestras buenas obras”.
1 Pedro
2:11, 12
.
¿No prestará Ud. atención a las claras orientaciones dadas en
la Palabra de Dios en relación con sus palabras, comportamiento y
carácter? ¿Se excusaría Ud. de la liviandad y los actos licenciosos
como si no hubiera producido daño moral alguno? ¿Continuaría con
ese proceder diciendo que todo eso fue simplemente descuido de su
parte? ¿No es, pues, deber de los cristianos pensar con sobriedad?
Si Cristo está entronizado en el corazón, ¿será que los pensamientos
fluirán alborotadamente?...
Ejemplo de los antediluvianos
—Conocemos la historia de los
antediluvianos y los habitantes de las ciudades de la llanura, cuya
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conducta degeneró de la liviandad y la frivolidad hasta los pecados
degradantes que atrajeron la ira de Dios en la destrucción más terri-
ble, con el fin de liberar la tierra de su influencia contaminadora. Las
inclinaciones y pasiones predominaron sobre la razón. El yo era el
dios de ellos, y el conocimiento del Dios Altísimo fue casi borrado a
causa de la complacencia egoísta de las pasiones corruptas.—
Carta
84, 1888
.
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