Página 195 - Testimonios Acerca de Conducta Sexual, Adulterio y Divorcio (1993)

Basic HTML Version

A dos asistentes de Elena G. de White
191
trario se originará un escándalo.—
Carta 17, 1895
, (6 de septiembre
de 1895).
Otra amonestación a W. F. C
—He estado recibiendo muy poca
ayuda de Fannie por muchos meses, no porque ella no pueda trabajar,
sino porque su asociación con Ud. la ha conducido a tener una
experiencia que la inhabilita para hacer cosa alguna relacionada con
mi obra...
Hay otro asunto que me preocupa mucho: y son sus visitas a
Fannie en su carpa. Ya he tomado la decisión que Uds. dos no pueden
trabajar juntos. Ud. es un hombre casado, padre de dos niños. Aun
si su esposa hubiera obtenido el divorcio, ello no lo deja libre para
volver a casarse, de acuerdo con lo que leo en mi Biblia...
Antes de irme debo establecer algunas reglas. No hay invitación
para que W. F. C. visite la carpa de Fannie. Fannie no ha estado
trabajando ordenadamente este último tiempo. La causa de ello es,
principalmente, su asociación con Ud. Sé que esto es así y por lo
tanto le digo: manténgase alejado de su carpa. En mi ausencia, Ud.
sentirá que tiene la mejor oportunidad para estar en su compañía
cuando le plazca. No puedo irme sin advertirle y encargarle que se
guarde de Ud. mismo. No quisiera atraer reproche sobre mi persona,
ni sobre esta comunidad debido a hábitos y prácticas imprudentes y
descuidados.—
Carta 19, 1895
, (septiembre de 1895).
[232]
Carta a Fannie Y
—He estado considerando su caso en relación
con W. F. C., y no tengo otro consejo para darle que el que ya le
he dado. Considero que Ud. no tiene derecho moral para casarse
con W. F. C.; él tampoco tiene derecho moral para casarse con
Ud. Dejó a su esposa luego de una gran provocación. Dejó a quien
había prometido, delante de Dios, amar y proteger mientras ambos
vivieran. Ella obtuvo el divorcio recientemente. Cuando aún era su
legítima esposa, él la dejó durante tres años; luego la dejó de corazón
y le expresó su amor a Ud. El asunto fue negociado durante mucho
tiempo entre Ud. y un hombre casado, cuando él estaba legalmente
unido a la esposa con quien tiene dos hijos.
No veo partícula alguna de lenidad en las Escrituras que les
proporcione a ninguno de los dos la posibilidad de casarse, aunque
la esposa de W. F. C. haya obtenido el divorcio. Debido a la provo-
cación que él le causara, fue mayormente su proceder lo que trajo tal
resultado y no puedo ver, bajo ninguna luz favorable, que él tenga