Página 20 - Testimonios Acerca de Conducta Sexual, Adulterio y Divorcio (1993)

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Testimonios Acerca de Conducta Sexual, Adulterio y Divorcio
y llegarán al punto de estar tan completamente cegados en cuanto
a su influencia y ejemplo que, si continúan procediendo como lo
están haciendo, se expondrán a la crítica, y la conducta de Uds. será
sometida a la censura.
Este tipo de noviazgo y matrimonio es el más difícil de controlar,
porque la mente llega a aturdirse y encantarse de tal modo, que los
deberes hacia Dios, y todo lo demás, se torna insípido y carente de
interés; la calma y el pensamiento maduro llegan a ser lo último que
se ejercita en este asunto de la mayor importancia. Queridos jóvenes,
les hablo como quien sabe lo que dice. Esperen hasta que puedan
obtener un acabado conocimiento de Uds. mismos, del mundo y de
los comportamientos y caracteres de las mujeres jóvenes, antes que
el asunto del matrimonio tome posesión de sus pensamientos.
Después de la luna de miel
—Yo podría contarle acerca de mu-
chas personas que lamentan sus destinos y desvaríos extremos en el
matrimonio, y cuyas lamentaciones ahora no les sirven de nada. Se
hallan expuestas a tentaciones con las que nunca soñaron. Descu-
brieron rasgos de carácter en quienes fueron el objeto de su elección,
que éstos no pudieron superar y, por lo tanto, aceptaron lo inevitable
y se avinieron a tal situación. Nelly A nunca lo ayudará a Ud. a
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superarse. No posee las facultades que, desarrolladas, podrían hacer
de ella una mujer juiciosa y capaz para estar a su lado y ayudarlo
en las luchas de la vida. Carece de fuerza de carácter. No posee
profundidad de pensamiento ni brújula mental para serle de ayuda.
Ud. ve la superficie, y es todo lo que hay en ella. Pronto se casará, y
el hechizo se esfumará. Una vez terminadas las novedades de la vida
de casados, recién comenzará a ver las cosas como son, y descubrirá
que ha cometido un grave error.
Necesidad de juicio maduro
—La madurez de juicio le daría
a Ud. un mejor discernimiento, y la facultad de discriminar con el
fin de saber la verdad. Su carácter necesita ser modelado; necesita
consistencia de juicio antes de abrigar la idea del matrimonio. Ud.
todavía no está capacitado para ser juez de otra persona sin traicio-
narse y cometer una grave indiscreción, si no un crimen, para lo cual
los amargos lamentos y lágrimas del después no podrán proporcio-
nar alivio. La niña, la escolar inmadura e indisciplinada, la señorita
que todavía depende de la discreción de sus padres y tutores, no
tiene por qué escuchar cosa alguna relacionada con el noviazgo o el