Esteban Belden
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de una forma muy grave de la enfermedad. Esta afectó su cerebro,
perdió la razón y fue a parar a un asilo. Por un tiempo el hermano
Belden sostuvo una gran lucha cuidando a sus cinco hijos. Luego, y
por causa de los hijos, se casó con una mujer muy buena y eficiente.
Lo ayudó a arreglar la casa, cuidó de los niños y lo acompañó hasta su
muerte en la isla de Norfolk. En varias ocasiones, algunas personas
que vivían cerca de Belden, se propusieron lograr su exclusión de
la iglesia debido a que se había casado sin haberse separado de la
esposa anterior por razones de adulterio. Cuando recurrieron a la
hermana White en relación con el caso, ella dijo: ‘Déjenlos en paz’
”.—
Carta
de W. C. White, 6 de enero de 1931].
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