Página 224 - Testimonios Acerca de Conducta Sexual, Adulterio y Divorcio (1993)

Basic HTML Version

220
Testimonios Acerca de Conducta Sexual, Adulterio y Divorcio
de los siglos, son mucho más culpables que Belsasar. Esto es posible
de muchas maneras.
Cuando los hombres han pronunciado los votos de consagración,
comprometiéndose a dedicar todas sus facultades al servicio sagrado
de Dios; cuando ocupan el puesto de expositores de la verdad bíblica
y han recibido el solemne cometido; cuando se cita a Dios y a
los ángeles como testigos de la solemne dedicación del alma, el
cuerpo y el espíritu al servicio de Dios, estos hombres que sirven
en un cargo tan sagrado, ¿profanarán las facultades que Dios les ha
concedido dedicándolas a propósitos impíos? ¿Será derribado de su
encumbrada y dominante esfera el sagrado vaso, que Dios quiere
usar para una obra elevada y santa, para servir a concupiscencias
envilecedoras?
Definición de la palabra ramera
—¿No es esto acaso idolatría
de la peor especie? Los labios expresan alabanzas y adoran a un
[267]
ser humano pecaminoso, profiriendo expresiones de arrebatadora
ternura y adulación que pertenecen sólo a Dios. Así, las facultades
dedicadas a Dios en solemne consagración sirven a una ramera;
porque toda mujer que permite los requiebros de un hombre que
no es su esposo, que acepta sus insinuaciones y cuyos oídos se
complacen en escuchar sus profusas palabras de afecto, adoración o
cariño, es adúltera y ramera.—
Testimonios para los Ministros, 434,
435
.
Buen ejemplo dado por los ministros
—Los ministros del evan-
gelio serían hombres poderosos si colocaran siempre al Señor delante
de ellos y dedicaran su tiempo al estudio de su adorable carácter. Si
hicieran esto, no habría apostasías, y nadie sería separado de la her-
mandad por haber acarreado desgracia a la causa de Dios y puesto a
Jesús en una condición de pública vergüenza debido a sus prácticas
licenciosas. Las facultades de todo ministro del evangelio deben ser
empleadas para educar a los creyentes a recibir a Cristo por fe como
su Salvador personal, incorporarlo en la propia vida y hacer de él
su modelo, para aprender de Jesús, creer en Jesús y exaltar a Jesús.
El ministro debe espaciarse en el carácter de Cristo. Debe ponderar
la verdad, y meditar en los misterios de la redención, especialmente
la obra mediadora de Cristo para este tiempo.—
Mensajes Selectos
3:212
.
[268]