Página 23 - Testimonios Acerca de Conducta Sexual, Adulterio y Divorcio (1993)

Basic HTML Version

Consejos y advertencias
19
Anna Hale no es el tipo de persona que puede soportar las ru-
dezas de la vida. Ella es una frágil flor que habrá de caer pronto y
morir, expuesta a la tormenta y la negligencia. Ud. no ha entendi-
[27]
do, en su matrimonio anterior, las necesidades de una mujer. Ud.
no ha podido apreciar lo delicado del organismo de ella. Ud. falló
bastante con su primera esposa. Ella poseía una constitución fuerte,
raramente igualable en cuanto a su capacidad de resistencia, pero
abusó de ella. Su ansiedad por acumular cosas los llevó a ambos
a sobrecargarse, a ser devorados por los cuidados de esta vida, y
a descuidar la comodidad y la felicidad presentes, mirando sólo al
futuro, al tiempo cuando poseerían más de los bienes de este mundo,
pero ya es tarde para pensar en lo importante de la vida.
Uds. cometieron un grave error. La vida de su esposa fue sa-
crificada. Ella estaría viva. Pero Ud. sabía tan poco del organismo
de la mujer, que falló en cuidarla, y descuidó la preparación que
debería haber poseído para hacerla sentir cómoda. Ud. posee, en
gran medida, el temperamento de su padre.
Cuando Ud. busque una esposa, no la busque entre las mujeres
delicadas y refinadas, en las cuales predomina lo intelectual. Selec-
ciónela entre la clase que esté más de acuerdo con sus condiciones.
Ud. no puede hacer feliz a una persona de temperamento refinado y
espiritual.—
Carta 21, 1868
.
Fidelidad en la casa paterna
—Mediante la fidelidad al deber
en la casa paterna, los jóvenes deben prepararse para formar su
propio hogar. Practiquen allí la abnegación propia, la amabilidad,
la cortesía y la compasión del cristianismo. El amor se conservará
vivo en el corazón, y los que salgan de un hogar tal para ponerse
al frente de su propia familia, sabrán aumentar la felicidad de la
persona a quien hayan escogido por compañero o compañera de su
vida. Entonces el matrimonio, en vez de ser el fin del amor, será su
verdadero principio.—
Historia de los Patriarcas y Profetas, 174
.
Le ruego y advierto, en el nombre de mi Maestro, que no se
case para asumir las responsabilidades y obligaciones de los votos
[28]
matrimoniales hasta que se produzca un cambio en su corazón y
en su vida. Cuando Ud. pueda contribuir a la felicidad de su propia
familia, y ser una bendición para sus padres y hermanos, recién
entonces podrá comprender los deberes que involucra la relación
matrimonial.—
Manuscrito 2, 1871
.
[29]