Página 43 - Testimonios Acerca de Conducta Sexual, Adulterio y Divorcio (1993)

Basic HTML Version

Conducta del cónyuge cristiano
39
Valor de una vida semejante a la de Cristo
—La gracia no se
hereda. Un padre muy malo puede tener un hijo piadoso; un padre
cristiano puede tener un hijo libertino. Las madres tienen que asumir
las cargas, que a veces son doblemente pesadas por la manera como
se comporta la cabeza de la familia. Eso facilita su tarea para que su
luz brille en una casa donde Satanás trabaja para asegurarse los hijos
para él mismo. ¿Lo conseguirá? Permita que el espíritu misionero se
levante en la emergencia y diga: “No, no. Aunque mis hijos tienen
un padre impío, han sido comprados por la sangre de Cristo. Soy su
madre. Buscaré al Señor con fe y humildad para que él no sólo salve
a mis hijos, sino también conduzca al arrepentimiento a su padre,
y lo salve”. No hable de simpatía, ni la suplique de su esposo ni de
sus hijos; simplemente viva la vida de Cristo. Sea un mojón que
indique el camino y conduzca al cielo en palabra, espíritu, carácter,
mansedumbre, paciencia, clemencia y alegría. Testifique a favor de
Cristo. Ejemplifique el poder de la esperanza de los cristianos, que
se ve detrás del velo. Demuestre que su Ancla la sostiene en todas
las circunstancias. Haga de su hogar un lugar placentero y alegre.
Debe confiar en Jesús en cada momento. Consiga su fuerza de Jesús.
El le proporcionará lo que con sinceridad le pida. Si lo busca de todo
corazón, lo encontrará.
Obra misionera en el hogar realizada por la madre
—Dios
no llama a las madres a realizar una obra misionera tal que las
lleve a dejar a sus hijos a merced de influencias desmoralizadoras y
funestas para el alma. ¿Acaso sus hijos no necesitan que se realice
obra misionera con ellos? ¿No son sus hijos dignos de un esfuerzo
serio y piadoso? ¿Debe la madre descuidar su trabajo misionero
en el hogar por un campo de trabajo más extenso? Ponga la madre
en práctica sus habilidades en su propia familia; asuma la obra
que Dios le confió. Si ha fallado del todo, se debe a que no ha
ejercido suficiente fe, o no ha vivido la verdad tal cual es en Jesús.
[52]
Luego de años de fracaso aparente, pruebe otros métodos y busque la
orientación de Dios. Sobre sus rodillas, reclámele las promesas que
él mismo ha hecho. “Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría,
pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le
será dada. Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es
semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada
de una parte a otra”.
Santiago 1:5, 6
.