Página 45 - Testimonios Acerca de Conducta Sexual, Adulterio y Divorcio (1993)

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Conducta del cónyuge cristiano
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se olvide nunca de que su Salvador vive y reina. Debe tomarse
fuertemente de las promesas de Dios. Los maestros humanos de la
fe cristiana son pocos.
Ud. puede haber estado al borde del desánimo, haberse rendido
a la tentación de descuidar sus deberes religiosos, y rehuido llevar la
cruz de Cristo. Puede haber consentido ser gobernada por principios
y sentimientos mundanos; puede haber descuidado la oración y haber
sido negligente en confesar a Cristo. Si actuó así, no lo haga más.
Recuerde las palabras de Cristo: “Vosotros sois mis testigos”. Su luz
puede haber sido vacilante pero, gracias a Dios, no es demasiado
tarde para reconocer las demandas que el Señor le hace.
Confíe en los méritos de Cristo
—Ud. es propiedad de Cristo.
La ha comprado a un precio infinito. Le pertenece por creación y
redención. Aunque a veces su esperanza en el Cielo ha sido incierta,
Ud. sabe en quién confiar. Su esperanza en el cielo se halla única-
mente en los méritos de Jesucristo. Es ahora cuando Ud. debe lograr
una experiencia viva en las cosas de Dios. Las dudas en su amor se
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desvanecerán como el rocío ante el sol mañanero, cuando dirija su
vista a Jesús por fe, confiando en sus méritos.
Rendición continua a Cristo
—Su rendición a Dios debe ser
plena y completa. No espere un día o una hora más para hacerlo.
Trate de obtener lo mejor de su tiempo de prueba ahora mismo, sea
éste prolongado o breve. Jesucristo la aceptará tan pronto se entregue
a él sin reservas. De ninguna manera encubra que Ud. ha elegido
la verdad, y con ella todos los inconvenientes que acompañan tal
decisión...
Nunca, bajo ninguna circunstancia, abandone ni siquiera en apa-
riencia, la senda por la cual deben transitar los redimidos del Señor.
Sea firme e inamovible con sus obligaciones cristianas y con su
Dios...
Observando el sábado con los ángeles
—La insto a que cumpla
sus obligaciones cristianas con Dios. Aunque no haya un observador
del sábado en 150 km a la redonda de donde Ud. vive, sepa que
cuenta con la simpatía de todo el mundo celestial. Cristo, su Salva-
dor, y los ángeles celestiales están alrededor de Ud. Si acude a Dios
en cualquier tiempo de necesidad, él se constituirá en su Ayudador.
Practique la verdad en su propia familia. “Vosotros sois mis testigos,
dice el Señor”.