Capítulo 9—Separación
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Una esposa controlada por el demonio
—Estimado hermano
D: Espero que el cambio que aparentemente se produjo en su esposa
en ocasión de las reuniones en Chicago, sea duradero. Cuando oí su
confesión, pensé que ésta debe haber sido muy agradable a nuestro
Padre celestial. Sentí que me sacaban de sobre mis hombros una
tarea muy severa, pero todavía siento el peso de la carga. Sé que
el cambio que se produjo en ella no es positivo. Los peligros y las
dificultades que ella podría crear si se gratifican sus caprichos, serían
casi increíbles para quienes no comprenden qué clase de espíritu la
domina...
No importa cuán seriamente intente Ud. seguir al Señor con
rectitud, ella será el ángel malo que tratará de desviarlo del camino
de la justicia. De acuerdo con su propia estimación, ella es el ídolo
que Ud. tiene que adorar; en realidad, ella es una agente de Satanás,
que trata de ocupar el lugar que Dios debería ocupar. Ha seguido los
impulsos de su propio corazón, carente de consagración, hasta que
Satanás logró controlarla casi completamente...
A menos que se produzca un cambio, pronto llegará el tiempo
cuando la naturaleza baja de su esposa, controlada por una voluntad
tan fuerte como el acero, derribará por el suelo su fuerte voluntad,
para ponerlo a Ud. al mismo nivel bajo de ella... En este caso, Ud. no
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está tratando con una mujer, sino con un espíritu satánico dispuesto
a todo. El Señor tiene una obra definida para que Ud. lleve a cabo;
pero si llega a ser dominado por las explosiones de su esposa, será
hombre perdido, y ella no podrá ser redimida por su sacrificio.
La separación es mejor que la apostasía
—Lo mejor que él
podría hacer con esa mujer aniñada, dominante e incontrolable, es
llevarla de vuelta a su madre, quien la hizo lo que es. Aunque ello
podría resultar doloroso, es lo único que tiene que hacer. De lo
contrario, él mismo será arruinado espiritualmente y finalmente sa-
crificado al demonio de la histeria y las fantasías de origen satánico.
Satanás asume el control total del temperamento y la voluntad de
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