Página 73 - Testimonios Acerca de Conducta Sexual, Adulterio y Divorcio (1993)

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la señora y los utiliza como un granizo desolador que derriba todo
obstáculo. Su esposo ya no puede ayudarla más, sino que se está
haciendo un daño incalculable a sí mismo, negándole a Dios los
talentos y la influencia que le ha otorgado.
Dios ha colocado al marido como la cabeza de la familia, y hasta
que la hermana D no comprenda cuál es su lugar y cuáles son sus
deberes de esposa, será mucho mejor que él no mantenga conexión
alguna con ella. La esposa tiene que respetarlo y obedecerlo, y
si rehúsa del todo mantener el compromiso matrimonial, llegará a
constituirse más y más en un deporte de las tentaciones de Satanás;
y si el esposo consiente en mantenerla a su lado, ella lo agotará y él
terminará en el desánimo y la incapacidad para el servicio del Señor.
No tiene la obligación de mantener a su lado a alguien que torture
su alma de esa manera. Me fue mostrado que él ya ha perdido algo
de su hombría, y ha estado recibiendo la influencia y el molde de su
mujer. Este matrimonio ha sido una trampa satánica.
Prioridad de las demandas divinas
—La hermana D está deter-
minada a regir o arruinar. Me ha sido mostrado que se ha colocado
completamente en las manos de Satanás, al punto que su esposo ha
llegado a temer por su razón. Pero él cometería el mayor error de
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su vida si permitiera que Satanás lo controlara mediante los desig-
nios de su mujer. Afirmo con llaneza: ella está controlada por los
demonios, y si a esos espíritus se les permite obrar abiertamente, la
libertad del hermano D y su hombría se esfumarán. El es un esclavo
de sus caprichos... Ella está tan poseída por el diablo como lo estaba
el hombre que se desgarraba y laceraba la piel cuando Jesús echó de
él los demonios... El hermano D debe dejar que Satanás se aíre, pero
no debe separarse de los privilegios religiosos simplemente porque
así lo quiera su esposa.
Si ella decide irse, deje que se vaya. Aunque ella amenace con
quitarse la vida, no se rinda a sus inicuas demandas. Y si ella llevase
a cabo su amenaza, sería preferible verla silenciosa en la muerte que
permitirle que conduzca a la muerte no sólo a su propia alma sino a
la de su esposo, y ser instrumento de destrucción para tantos otros.
Carácter permanente de los votos matrimoniales
—Hermano
D, Ud. se ha sentido aterrorizado por la violencia de su esposa,
pero debe seguir la senda de la rectitud y la verdad, la justicia y la