Página 98 - Testimonios Acerca de Conducta Sexual, Adulterio y Divorcio (1993)

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Testimonios Acerca de Conducta Sexual, Adulterio y Divorcio
Maldición que acarrea la transgresión
—¡Ojalá que tanto
hombres como mujeres consideraran e inquirieran qué es lo que
en verdad se gana con la transgresión de la Ley de Dios: En cual-
quier tiempo y lugar, ante cualquier circunstancia, la transgresión es
un gravísimo error, una deshonra para Dios y una maldición para el
hombre. Debemos considerarlo así, no importa cuán favorable pueda
parecer su apariencia ni por quién haya sido cometido. Como emba-
jadora de Cristo imploro a quienes profesan la verdad presente, a que
se sientan resueltamente agraviados ante cualquier aproximación
a la impureza, y que abandonen la sociedad de quienes intiman o
respiran sugerencias. Detesten sus pecados degradantes con el odio
más intenso. Huyan de quienes aun en la conversación permiten que
sus mentes se deslicen por tales canales, “porque de la abundancia
del corazón habla la boca”. Evítenlos como evitarían la lepra.
Exhorto a todos los que tienen confianza en esas personas cuyas
vidas no son elevadas ni sus conversaciones puras, a que las midan
por la regla del Evangelio: “¡A la ley y al testimonio! Si no dijeren
conforme a esto, es porque no les ha amanecido”.
Isaías 8:20
. Per-
mitan que el espejo de la Palabra de Dios les refleje la voluntad de
Dios para que puedan discernir los defectos de su carácter moral.
Carácter ofensivo del pecado
—Estamos viviendo en una época
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del mundo en la cual se percibe un poder fascinante, hipnótico,
en toda esa clase de personas que barnizan el pecado, insinúan
secretamente pensamientos impuros, y se asemejan a ángeles de luz,
cuando en verdad son servidores del pecado. No perciben el carácter
ofensivo del pecado, ni la justicia retributiva de Dios que sobrevendrá
al pecador. Tiemblo por los que no están en guardia y corren el
riesgo de ser engañados y corrompidos. Como sierva de Jesucristo,
los animo a abandonar la compañía de tal clase de personas. No
permitan que entren en sus casas, ni les den la bienvenida. Sepárense
de tales compañías porque ellos corrompen el aire mismo que Uds.
respiran...
Como Moisés le pidió a Israel que se alejara de las tiendas de
Coré, Datán y Abiram, nosotros debemos requerir de todos que dejen
solos a esos hombres corruptos para que sufran la desgracia y el
castigo de sus crímenes.
Satanás con forma humana
—De la misma manera como Dios
me ha mostrado cuán aborrecibles a su vista son estos perniciosos