Página 99 - Testimonios Acerca de Conducta Sexual, Adulterio y Divorcio (1993)

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Luchemos contra pensamientos y sugerencias impuras
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pecados, y cómo aumentan en forma constante y se introducen en las
iglesias, los insto a que no den lugar al diablo. Huyan del seductor.
Puede ser un ministro, pero es Satanás con forma de hombre. Ha
tomado prestado el ropaje del cielo, con el propósito de servir a su
amo y engañar a las almas. No den, ni por un momento, lugar a una
sugerencia impura, disimulada. No se permitan gratificación alguna.
Reprendan a los que se las sugieran. No se asocien con ellos, ni los
sienten a su mesa. No consideren con complacencia las palabras que
puedan manchar la pureza de su alma. Aun escuchar solamente una
sugestión impura manchará el alma de Uds., de la misma manera
como el agua sucia e impura contamina al canal por el cual fluye.
Clara como la luz del sol
—Escojan la pobreza, la separación
de los amigos, pérdidas, reproches o cualquier sufrimiento antes que
manchar el alma con el pecado. La muerte antes que la deshonra o
la transgresión de la Ley de Dios, debería ser la consigna de todo
cristiano. Como pueblo que profesa ser reformador, que atesora las
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verdades más sagradas, solemnes y purificadoras de la Palabra de
Dios, debemos elevar mucho más la norma de lo que está actual-
mente. Debemos tratar prontamente con el pecado y los pecadores
que hay en la iglesia, para que otros teman así a Dios. La verdad y
la pureza requieren que hagamos un trabajo más acabado con el fin
de limpiar de Acanes el campamento.
Que los que ocupan posiciones de responsabilidad no toleren el
pecado en un hermano. Muéstrenle que debe abandonar el pecado o
ser separado de la iglesia. Cuando los miembros de la iglesia actúen
como verdaderos seguidores del manso y humilde Señor, habrá
menos encubrimiento y excusa por el pecado. Todos lucharán para
actuar en todo tiempo como en la misma presencia de Dios. Se darán
cuenta de que el ojo de Dios los observa y que los pensamientos más
secretos son plenamente conocidos por él. El carácter, los motivos,
los deseos y los propósitos aparecen a los ojos del Omnisciente tan
claros como la luz del sol.
Peligro del pecado consentido
—En gran medida, la mayoría
de las personas no toman esto en cuenta porque no cultivan la
espiritualidad y no miden sus caracteres con la norma de rectitud de
Dios. No tienen constantemente en mente que deben rendir cuenta
seriamente ante el tribunal de Dios, por todas las transgresiones a su
Ley. La vida debe ser ordenada y modelada como si estuviera a la