Página 349 - Testimonios para los Ministros (1979)

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A los obreros de Dios
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¡Oh, cuántas cosas han pasado desde que se llenó de odio contra
Dios porque le fueron presentados los peligros y errores en que
estaba! Permitió que pensamientos impíos se fortalecieran y preva-
lecieran porque, día tras día, no comió la carne ni bebió la sangre
del Hijo de Dios, porque no llegó a ser participante de la naturale-
za divina. Las cosas que salen de adentro contaminan al hombre.
¡Cuán corrupta debe ser entonces la fuente de la cual estos males
han surgido!
La decisión fatal
Ministros no santificados se están alistando en contra de Dios.
Están alabando a Cristo y al dios de este mundo al mismo tiempo.
Mientras profesan recibir a Jesús, abrazan a Barrabás, y por sus
acciones dicen: “No a éste, sino a Barrabás”. Presten atención todos
los que leen estas líneas. Satanás se ha jactado de lo que él puede
hacer. Quiere destruir la unidad que debe existir en la iglesia y
por la cual oró Cristo. Dice: “Saldré y seré un espíritu mentiroso
para engañar a los que pueda, para criticar, para condenar, para
calumniar”. Albergue al engañador y al testigo falso una iglesia que
ha tenido gran luz, gran evidencia, y esa iglesia desechará el mensaje
que el Señor ha enviado y recibirá los más irrazonables asertos, falsas
suposiciones y falsas teorías. Satanás se ríe de la insensatez de ellos
porque él sabe cuál es la verdad.
Muchos ocuparán nuestros púlpitos sosteniendo en las manos la
antorcha de la falsa profecía encendida por la infernal tea satánica.
Si se albergan dudas e incredulidad, los ministros fieles serán reti-
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rados de entre aquellos que creen saber tanto. “¡Oh, si también tú
conocieses—dijo Cristo—a lo menos en este tu día, lo que es para
tu paz! Mas ahora está encubierto de tus ojos”.
La luz de la verdad
Sin embargo, el fundamento de Dios está firme. El Señor conoce
a los que son suyos. El ministro santificado no debe tener engaño
en su boca. Debe ser abierto como el día, libre de toda mancha de
mal. Un ministerio y una prensa santificados serán un poder para
hacer brillar la luz de la verdad en esta generación adversa. Luz,
hermanos, necesitamos más luz. Tocad trompeta en Sion; dad alarma