Página 44 - Testimonios para los Ministros (1979)

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Testimonios para los Ministros
los esfuerzos de estos agentes celestiales en nuestro favor. Si no
vemos ninguna necesidad de trabajar en forma armoniosa, y somos
desordenados, indisciplinados y desorganizados en nuestra forma de
obrar, los ángeles, que están cabalmente organizados, y se mueven
en perfecto orden, no pueden trabajar por nosotros con éxito. Se
apartan apesadumbrados, porque no están autorizados a bendecir
la confusión, la distracción y la desorganización. Todos los que
deseen la cooperación de los mensajeros celestiales deben trabajar al
unísono con ellos. Los que tienen la unción de lo alto estimularán el
orden, la disciplina y la unidad de acción en todo lo que emprendan, y
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entonces los ángeles de Dios podrán cooperar con ellos. Pero nunca,
nunca estos mensajeros celestiales respaldarán la irregularidad, la
desorganización y el desorden. Todos estos males son resultado de
los esfuerzos de Satanás para debilitar nuestras fuerzas, para destruir
nuestro valor, impedir el éxito en la acción.
Satanás bien sabe que el éxito puede acompañar únicamente
al orden y la acción armoniosa. Bien sabe que todo lo que está
relacionado con el cielo está en perfecto orden, que la sujeción y la
disciplina perfecta señalan los movimientos de la hueste angelical.
Es su firme propósito apartar a los profesos cristianos tanto como
sea posible del orden del cielo; por lo tanto engaña aun a los que
profesan ser hijos de Dios y les hace creer que el orden y la disciplina
son enemigos de la espiritualidad, que la única seguridad para ellos
consiste en permitir que cada uno siga su propia conducta, y en
permanecer especialmente distintos de los cuerpos de cristianos que
están unidos y trabajan para establecer la disciplina y la armonía
de acción. Todos los esfuerzos hechos para establecer el orden son
considerados peligrosos, una restricción de la libertad que es lícito
gozar, y por lo tanto se los teme como papismo. Estas almas tan
celosas consideran que es una virtud jactarse de su libertad para
pensar y actuar en forma independiente. No aceptan indicaciones
de nadie. No se consideran responsables ante ningún hombre. Se
me mostró que es la obra especial de Satanás inducir a los hombres
a sentir que Dios les ha ordenado hacer las cosas por su cuenta y
escoger su propia forma de obrar independiente de sus hermanos.