Página 111 - La Temperancia (1976)

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Sólo cuando se cambia la vida
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tienen excelentes facultades de raciocinio, ¿por qué no razonan de
causa a efecto? ¿Por qué no abogan por la reforma, asentando fir-
memente sus pies sobre los principios, decididos a no probar bebida
alcohólica o a usar tabaco? Estos son venenos, y su uso es una vio-
lación de la ley de Dios. Cuando se hacen esfuerzos por ilustrarlos
sobre este punto, algunos dicen: Yo me iré absteniendo de a poco.
Pero Satanás se ríe de tales decisiones. El dice: Están seguros en mi
poder. No tengo nada que temer de ellos en este respecto.
Pero él sabe que no tiene ningún poder sobre el hombre que,
cuando los pecadores lo incitan, tiene el valor moral para decir “No”
honrada y positivamente. El tal ha abandonado la compañía del
diablo, y mientras se aferra de Jesucristo está a salvo. Está donde
ángeles celestiales pueden relacionarse con él dándole fortaleza
moral para vencer.—
Manuscrito 86, 1897
.
Una batalla dura, pero Dios ayudará
—¿Fuma Ud. o bebe be-
bidas embriagantes? Apártelas de Ud., porque nublan sus facultades.
Renunciar al uso de estas cosas significará una dura batalla, pero
Dios lo ayudará a pelear esta batalla. Pídale gracia para vencer y lue-
go crea que él se la dará, porque lo ama. No permita que compañeros
mundanos lo aparten de su lealtad a Cristo. Más bien aparte su mente
de esos compañeros y concéntrela en Cristo. Dígales que Ud. está
buscando el tesoro celestial. Ud. no se pertenece; ha sido comprado
por precio, con la misma vida del Hijo de Dios, y debe glorificar a
Dios en su cuerpo y en su espíritu, porque son de Dios.—
Carta 226,
1903
.
Pida ayuda a Dios y a los justos
—Tengo un mensaje del Señor
para el alma tentada que ha estado bajo el dominio de Satanás,
pero que está luchando para librarse. Acuda al Señor en busca de
ayuda. Vaya a aquellos que sabe que aman y temen a Dios, y dígales:
Ténganme bajo su cuidado; porque Satanás me tienta furiosamente.
No tengo poder para huir de la trampa. Guárdenme con Uds. a cada
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momento hasta que tenga más fuerza para resistir la tentación.—
Carta 166, 1903
.
Relación personal con Dios
—Presentad a Dios vuestras nece-
sidades, gozos, tristezas, cuidados y temores. ... “Porque el Señor
es muy misericordioso y compasivo”.
Santiago 5:11
. Su amoroso
corazón se conmueve por nuestras tristezas, y aun por nuestra pre-
sentación de ellas. ... Ninguna cosa que de alguna manera afecte