Página 172 - La Temperancia (1976)

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Capítulo 6—Nuestra posición es la abstinencia total
El único proceder seguro
—La única conducta segura consiste
en no tocar ni probar té, café, vino, tabaco, opio ni bebidas alcohó-
licas. La necesidad que tienen los hombres de esta generación de
invocar en su ayuda el poder de la voluntad fortalecida por la gracia
de Dios, a fin de no caer ante las tentaciones de Satanás, y resistir
hasta la menor complacencia del apetito pervertido, es dos veces
mayor hoy que hace algunas generaciones. Pero la actual tiene me-
nos dominio propio que las anteriores.—
Joyas de los Testimonios
1:418, 419
.
Nunca participemos de un vaso de bebida alcohólica. Nunca lo
toquemos.—
Manuscrito 38, 1905
.
La voluntad para no tocar, no gustar, no manipular
—Si to-
dos fuéramos vigilantes y fieles en guardar la pequeña abertura
hecha por el moderado uso del así llamado inofensivo vino y sidra,
el camino a la ebriedad sería cerrado. Lo que se necesita en cada
comunidad es un propósito firme, y una voluntad para no tocar, no
gustar, no manipular tales cosas. Entonces la reforma de la temperan-
cia sería fuerte, permanente y completa.—
The Review and Herald,
25 de marzo de 1884
.
Absténgase estrictamente de todo alimento y bebida estimulante.
Usted es propiedad de Dios. No debe abusar de ningún órgano del
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cuerpo. Tiene que cuidar sabiamente su cuerpo, para que pueda ser
un hombre perfectamente desarrollado. ¿No es un acto de ingratitud
de su parte hacer algo que debilite tanto sus fuerzas vitales que usted
sea incapaz de representar a Dios apropiadamente, o hacer la obra
que él tiene para usted?—
Carta 236, 1903
.
Los principios de la temperancia derivan de la ley de Dios. Si
los hombres guardaran estricta y concienzudamente la ley de Dios,
no habría ebrios, intoxicados por el tabaco, enfermedad, penuria y
crimen. Si las tabernas se cerraran por falta de clientela, terminarían
las nueve décimas partes de toda la miseria existente en el mundo.
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