Enseñando abnegación y autocontrol
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Estudien los padres las leyes de la vida
—Los padres debieran
poner en primer término la comprensión de las leyes de la vida y la
salud para que en la preparación del alimento o mediante cualesquie-
ra otros hábitos, no hagan nada que desarrolle malas tendencias en
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sus hijos. Cuán cuidadosamente debieran las madres estudiar cómo
preparar sus mesas con el alimento más sencillo y saludable para
que los órganos digestivos no sean debilitados, alteradas las energías
nerviosas y la instrucción que debieran dar a sus hijos contrarrestada
por el alimento colocado delante de ellos. Este alimento o debilita o
fortalece el estómago y tiene mucho que ver en el control de la salud
física y moral de los hijos, que son propiedad de Dios adquirida con
sangre. ¡Qué sagrado cometido es confiado a los padres al encomen-
dárseles custodiar las constituciones físicas y morales de sus hijos
a fin de que el sistema nervioso pueda estar bien equilibrado, y el
alma no sea puesta en peligro!—
Testimonies for the Church 3:568
.
Los hijos también deben entender fisiología
—Los padres de-
ben procurar despertar en sus hijos interés en el estudio de la fi-
siología. Desde el mismo amanecer de la razón, la mente humana
debería tener entendimiento acerca de la estructura física. Podemos
contemplar y admirar la obra de Dios en el mundo natural, pero
la habitación humana es la más admirable. Es, por lo tanto, de la
mayor importancia que la fisiología ocupe un lugar importante entre
los estudios elegidos para los niños. Todos ellos deben estudiarla.
Y luego, los padres deben cuidar de que a esto se añada la higiene
práctica.
Debe hacerse comprender a los niños que todo órgano del cuerpo
y toda facultad de la mente son dones de un Dios bueno y sabio,
y que cada uno de ellos debe ser usado para su gloria. Debe insis-
tirse en los debidos hábitos respecto al comer, al beber y al vestir.
Los malos hábitos hacen a los jóvenes menos susceptibles a la
instrucción bíblica. Los niños deben ser protegidos contra la com-
placencia del apetito, y especialmente contra el uso de estimulantes
y narcóticos.—
Consejos para los Maestros Padres y Alumnos acerca
de la Educación Cristiana, 96, 97
.
Preparados para hacer frente a la tentación
—Los hijos de-
bieran ser enseñados y educados de modo que puedan calcular encon-
trarse con dificultades, y contar con tentaciones y peligros. Debieran
ser enseñados a tener control sobre sí mismos y a superar noblemente