Página 22 - La Temperancia (1976)

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La Temperancia
prohibiciones que Dios ha hecho y han seguido en el camino de la
desobediencia, y como Eva se han hecho la ilusión de que la con-
secuencia no habrá de ser tan terrible como se había sospechado.—
How to Live, 51
.
El pecado hecho atractivo
—El pecado es hecho atractivo por la
cubierta de luz con que Satanás lo recubre. El está muy complacido
cuando puede tener al mundo cristiano en sus hábitos diarios bajo la
tiranía de la costumbre, como los paganos, y cuando los cristianos
permiten que el apetito los gobierne.—
The Signs of the Times, 13
de agosto de 1874
.
Satanás consigue dominar la voluntad
—Satanás sabe que no
puede vencer al hombre a menos que domine su voluntad. Puede
lograr esto engañando al hombre de tal forma que quiera cooperar
con él en violar las leyes de la naturaleza en el comer y el beber, lo
cual es transgresión de la ley de Dios.—
Manuscrito 3, 1897
.
Cada función es debilitada
—Muchos gimen bajo la carga de
enfermedades debido a actos erróneos en el comer y beber que ha-
cen violencia a las leyes de la vida y la salud. Están debilitando sus
órganos digestivos al complacer el apetito pervertido. El poder de
la constitución humana para resistir los abusos que se le imponen
es maravilloso; pero el persistente hábito erróneo de beber y comer
en exceso debilitará toda función del cuerpo. Por la complacencia
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del apetito pervertido y la pasión, aun los cristianos profesos per-
judican a la naturaleza en su obra, y disminuyen el poder físico,
mental y moral.—
La Edificación del Carácter y la Formación de la
Personalidad, 32
.
Se fracasa en perfeccionar el carácter
—El poder dominante
del apetito resultará en la ruina de miles de personas, que si hubie-
sen vencido en este punto, habrían tenido la fortaleza moral para
ganar victoria tras victoria sobre cada tentación de Satanás. Pero los
esclavos del apetito fracasarán en perfeccionar un carácter cristiano.
La continua transgresión del hombre durante seis mil años ha traído
enfermedad, dolor y muerte como frutos.—
The Health Reformer,
agosto de 1875
.
La muerte preferida a la reforma
—Muchos están tan entrega-
dos a la intemperancia que no quieren renunciar a la complacencia
de su glotonería a ningún precio. Sacrificarían la salud y mori-