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Capítulo 32—El día del juicio
El Día de la venida de Cristo será un día de juicio para el mundo.
Las Escrituras declaran: “Vino el Señor con sus santas decenas de
millares”.
Judas 14
.
“Y serán reunidas delante de él todas las naciones; entonces
apartará los unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de
los cabritos”.
Mateo 25:32
.
Pero antes de ese día, Dios hace saber a los hombres lo que va
a suceder. Siempre ha dado advertencias con respecto a los juicios
inminentes. Algunos creyeron en ellas y obedecieron la Palabra de
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Dios, y escaparon así a los juicios que cayeron sobre los desobedien-
tes y los incrédulos.
Antes de destruir al mundo por el diluvio, Dios ordenó a Noé:
“Entra tú y toda tu casa en el arca, porque solo a ti he visto justo
delante de mí”.
Génesis 7:1
. Noé obedeció y se salvó. Antes de
la destrucción de Sodoma, los ángeles llevaron a Lot el mensaje:
“¡Levantaos, salid de este lugar, porque Jehová va a destruir esta
ciudad!”
Génesis 19:14
. Lot escuchó el aviso y también se salvó.
Así también ahora se nos anuncia acerca de la segunda venida
de Cristo y de la destrucción que caerá sobre el mundo, y todos los
que escuchen la advertencia serán salvados.
Los justos, al contemplar a Cristo en su venida, exclamarán: “¡He
aquí, este es nuestro Dios! Le hemos esperado, y nos salvará”.
Isaías
25:9
.
Como no conocemos el tiempo exacto de su venida, se nos
ordena velar. “Bienaventurados aquellos siervos a los cuales su
señor, cuando venga, halle velando”.
Lucas 12:37
.
Pero los que esperamos la venida del Señor no debemos esperar
ociosos. La expectativa de su venida debe llevarnos a temer los
juicios que Dios enviará a los transgresores y a arrepentirnos de
haber pecado, de haber quebrantado los mandamientos de Dios.
Mientras esperamos la venida del Señor, debemos trabajar dili-
gentemente. Saber que Cristo está a las puertas debe inducirnos a
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