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El bien pastor
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Recuerda que Dios y Cristo están interesados en ti, y que toda la
hueste de los cielos está ocupada en la obra de salvar a los pecadores.
“¡Señor, sálvame!”
Cuando Cristo estuvo en la tierra, demostró con sus milagros que
tenía poder para salvar hasta lo sumo. Curando las enfermedades del
cuerpo, manifestó su capacidad para eliminar el pecado del corazón.
Hizo que el cojo caminara, que el sordo oyera y que el ciego
viera. Limpió a los pobres leprosos, sanó al hombre paralítico y a
los que tenían todo tipo de enfermedad.
Por su palabra, aun los demonios eran arrojados fuera de aquellos
a quienes poseían. Los que observaban estas obras maravillosas
quedaban asombrados y decían: “¿Qué palabra es ésta, que con
autoridad y poder manda a los espíritus impuros, y salen?”
Lucas
4:36
.
A la orden de Jesús, Pedro pudo caminar sobre el agua. Pero tuvo
que mantener sus ojos sobre el Salvador. Tan pronto como apartó su
mirada, comenzó a dudar y a hundirse.
[73]
Entonces clamó: “¡Señor, sálvame! Al momento Jesús, exten-
diendo la mano, lo sostuvo”.
Mateo 14:28-31
. De la misma manera
Cristo extenderá su mano para salvar a todo aquél que clame a él
por ayuda.
Aun los muertos eran resucitados por el Salvador. Uno de ellos
fue el hijo de la viuda de Naín. La gente lo conducía a la tumba
cuando Jesús lo encontró. Tomó al joven por la mano, lo levantó y lo
entregó vivo a su madre. Entonces los componentes de la procesión
fúnebre regresaron a sus hogares cantando y glorificando a Dios.
Así también la hija de Jairo fue levantada por la palabra de
Cristo; y Lázaro que había estado muerto durante cuatro días, fue
llamado a salir de la tumba.
Cuando Cristo vuelva a la tierra, su voz abrirá las tumbas, y
“los muertos en Cristo resucitarán” a una vida gloriosa e inmortal y
estarán “siempre con el Señor”.
1 Tesalonicenses 4:16, 17
.
Fue una obra maravillosa la que el Señor hizo durante su minis-
terio en la tierra. Él mismo se refirió a ella en la respuesta que envió
a Juan el Bautista. Juan estaba en la prisión, desalentado y descon-