Los ángeles desde el cautiverio hasta Juan el Bautista
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Todavía preocupado acerca de Israel, Daniel estudió nuevamente
las profecías de Jeremías. Estas eran muy claras...
Con una fe fundada en la segura palabra profética, Daniel rogó al
Señor que estas promesas se cumpliesen prestamente.—
La Historia
de Profetas y Reyes, 405-406
.
Mientras Daniel aún estaba orando, el ángel Gabriel viajó presta-
mente desde las cortes celestiales para decirle que su oración había
sido escuchada y contestada. Este poderoso ángel había sido comi-
sionado para darle entendimiento; para abrir ante él los misterios del
futuro. Daniel deseaba fervientemente conocer y entender la verdad,
e inmediatamente fue puesto en comunicación con el mensajero del
cielo.—
The Review and Herald, 8 de febrero de 1881
.
Aun antes de que Daniel finalizara su súplica ante Dios, Gabriel
se presentó ante él otra vez. El ángel hizo referencia a la visión
que le había sido dada antes de la muerte de Belsasar y la caída
de Babilonia, y le dio detalles acerca de las setenta semanas.—
The
Review and Herald, 21 de marzo de 1907
.
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La lucha por el control de los reyes de Persia
Los instrumentos celestiales tienen que luchar con obstáculos
antes de que a su tiempo se cumpla el propósito de Dios. El rey de
Persia estaba dominado por el más poderoso de todos los ángeles
malos. Como Faraón, rehusaba obedecer la palabra del Señor. Ga-
briel declaró: Se me opuso [Satanás] durante veintiún días mediante
sus acusaciones contra los judíos. Pero Miguel vino en su ayuda, y
entonces permaneció con los reyes de Persia, manteniendo domina-
dos los poderes, dando buenos consejos en oposición a los malos
consejos.—
Comentario Bíblico Adventista 4:1194
.
El monarca persa había resistido las impresiones del Espíritu
de Dios durante las tres semanas en las que Daniel había estado
ayunando y orando. Pero el príncipe del cielo, el arcángel Miguel,
fue enviado a tocar el corazón del obstinado rey, a fin de que tomara
una decisión que respondiera a la oración de Daniel...
No fue otro personaje sino el mismo Hijo de Dios el que apareció
a Daniel. Su descripción es similar a la que el apóstol Juan hace
de Cristo cuando se le apareció en la isla de Patmos. Acompañado