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La Verdad acerca de los Angeles
nos trastornarían la razón, nos desquiciarían y torturarían el cuerpo,
destruirían nuestras propiedades y nuestras vidas. Sólo se deleitan
en el mal y en la destrucción.
Terrible es la condición de los que resisten a las exigencias de
Dios y ceden a las tentaciones de Satanás, hasta que Dios los aban-
dona al poder de los espíritus malignos. Pero los que siguen a Cristo
están siempre seguros bajo su protección. Angeles de gran poder
son enviados del cielo para ampararlos. El maligno no puede forzar
la guardia con que Dios tiene rodeado a su pueblo.—
Seguridad y
Paz en el Conflicto de los Siglos, 565-567, 570-571
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