Los ángeles en el más allá
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sol del mediodía, todos ven lo que podrían haber tenido si hubieran
cooperado con Dios en vez de oponérsele. El cuadro no puede
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modificarse. Sus casos están decididos para siempre...
Y los ángeles caídos, dotados de una inteligencia superior a
la del hombre, se darán cuenta de lo que hicieron al emplear sus
poderes para inducir a los seres humanos a escoger el engaño y la
falsedad.—
Alza tus Ojos, 201
.
Llegó el momento en que la rebelión debe ser sofocada final-
mente y puestos en evidencia la historia y el carácter de Satanás.
El archiengañador ha sido desenmascarado por completo en su úl-
timo gran esfuerzo para destronar a Cristo, destruir a su pueblo y
apoderarse de la ciudad de Dios. Los que se han unido a él, se dan
cuenta del fracaso total de su causa. Los discípulos de Cristo y los
ángeles leales contemplan en toda su extensión las maquinaciones
de Satanás contra el gobierno de Dios. Ahora se vuelve objeto de
execración universal.
Satanás ve que su rebelión voluntaria le incapacitó para el cielo...
Sus acusaciones contra la misericordia y justicia de Dios están ya
acalladas. Los vituperios que procuró lanzar contra Jehová recaen
enteramente sobre él. Y ahora Satanás se inclina y reconoce la
justicia de su sentencia... Toda cuestión de verdad y error en la
controversia que tanto ha durado, ha quedado aclarada...
A pesar de que Satanás se ha visto obligado a reconocer la justi-
cia de Dios, y a inclinarse ante la supremacía de Cristo, su carácter
sigue siendo el mismo. El espíritu de rebelión, cual poderoso to-
rrente, vuelve a estallar. Lleno de frenesí, determina no cejar en el
gran conflicto. Ha llegado la hora de intentar un último y deses-
perado esfuerzo contra el Rey del cielo. Se lanza en medio de sus
súbditos, y trata de inspirarlos con su propio furor y de moverlos a
dar inmediata batalla. Pero entre todos los innumerables millones a
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quienes indujo engañosamente a la rebelión, no hay ahora ninguno
que reconozca su supremacía. Su poder ha concluido... Se enardecen
contra Satanás y contra los que fueron sus agentes para engañar, y
con furia demoníaca se vuelven contra ellos...
Dios hace descender fuego del cielo. La tierra está quebrantada.
Salen a relucir las armas escondidas en sus profundidades. Llamas
devoradoras se escapan por todas partes de grietas amenazantes.
Hasta las rocas están ardiendo. Ha llegado el día que arderá como